Capítulo 37
Salvarla
[Coming Home Pt. II] - Skylar Grey
Allison había muerto hacía nada más que un par de días. Su cuerpo había sido tomado con cuidado y enterrado entre todos en el pequeño cementerio de Alexandria. Habían tallado en la piedra que formaba su lápida el nombre de la joven junto a la palabra: Salvadora. Y no era en el mal sentido, sino porque verdaderamente había logrado que todas y cada una de las preocupaciones del grupo se esfumasen, cada uno de sus problemas... Allison había devuelto la paz.
Carl a penas podía separarse de su tumba. Aquel día no era una excepción. Seguía arrodillado frente a la lápida y el pequeño montón de arena sobre el que reposaba el mismo ramo de flores que Evan recogió de uno de los lados de la carretera el día en que murió.
Lloraba todavía. Aunque él siempre se había considerado un chico de poca lágrima, era algo que no podía evitar. Lloraba como nunca recordando una y otra vez en su cabeza la manera en la que el cuerpo de su novia se desplomó sobre el asfalto y se ahogó en su propia sangre. Una y otra vez la misma escena. Recordaba cada una de las balas que habían atravesado su delgado cuerpo y también la sonrisa que le dedicó antes de que aquello ocurriera.
También se sentía culpable. Culpable por creer que Allison los había traicionado de verdad, por desconfiar así de ella. Por no haber prestado más atención. Por no haber podido salvarla. Si tan sólo hubiese sido más cuidadoso, más confiado, más... La frustración, la rabia y la impotencia reinaban en su cuerpo. Ella había sido inteligente. Los había engañado a todos. Y ese había sido su plan desde el principio.Escuchó pasos tras él pero ni siquiera se inmutó. Pronto supo que se trataba de Evan, cuando este le dijo con la voz entrecortada:
-Carl... está lloviendo.
A penas chispeaba un poco en la oscura noche pero sería cuestión de minutos que una tormenta se desatara.
Carl no contestó.
-Allison se ha ido, Carl. Y no va a volver.
Evan trataba de mantener la compostura. De hablar sin que se le formara un nudo en la garganta y le temblara el labio inferior. Siempre intentaba afrontar la realidad y autoconvencerse de que todo estaría bien. Lo hacía en esos instantes.
-Ella no tenía porqué morir...- fue lo único que salió de los labios del ojiazul mientras acariciaba con las yemas de los dedos las flores secas del ramo de su tumba.
Evan tragó con fuerza al escucharlo. Sin poder evitarlo más tiempo, empezó a llorar también, todavía de pie detrás de Carl, que aún no se había dignado a mirarle.
-Ha cumplido su promesa- sollozó el rizado-. Ha vuelto a casa. Con su madre, mi padre y mi hermano.
Carl cogió una gran bocanada de aire, sintiendo como se ahogaba con su propio llanto.
-No puedo enfadarme con ella... -siguió Evan.
-Yo sí- el sheriff apretó su puño derecho-. Mírala, Evan- señaló la tumba con un movimiento de cabeza-. Toda una vida por delante... Toda una maldita vida por delante... Y mírala, Evan.
De pronto, un sentimiento de furia invadió el cuerpo del joven Moore. Su labio tembló mientras daba un paso firme hacia Carl para después decirle con firmeza:
-¡Ella está ahí por ti! ¡Por mí! ¡Por este grupo! Allison se ha sacrificado por nosotros, Carl. Ha dado su vida para que nosotros aprovechemos la nuestra. Y no puedes agradecérselo así.
Entonces, el ojiazul lo miró por primera vez. Los ojos verdosos de Evan estaban ahora rojos y brillantes y su nariz, junto con sus mejillas, habían tomado un color rojizo también.
-Ella tendría que estar aquí ahora- Carl negó con la cabeza.
-Y lo está. Aquí- Evan se señaló el pecho- y también aquí- dirigió su dedo índice hasta colocarlo en su sien-. Y siempre lo estará. Nadie muere... si no es olvidado.
Carl bufó, algo molesto por las palabras de Evan. En realidad no eran las palabras de su amigo aquello que le molestaba sino el hecho de que era cierto, de que debía avanzar sin Allison. De que jamás volvería a verla. Y le dolía.
-Debes entender que... esto es lo que Allison quería que hiciésemos. Que la recordásemos y viviésemos sin ella. Tenemos que hacerlo, Carl. No pudo haber dado su vida en vano.
Entonces lo entendió. Lo entendió todo.
La historia nunca se había tratado de que ellos salvaran Allison, sino de que Allison los salvara a ellos.
Tanto tiempo preocupado por entender y encontrar la manera para poder mantenerla a salvo que casi olvidó que él mismo peligraba. Allison nunca se había olvidado de Carl. Ni de Evan. Ni de Tara. Ni siquiera del Padre Gabriel. Su decisión fue difícil, pero siempre, siempre, su meta había sido salvarlos a todos y cada uno de ellos. Dejando atrás sus indiferencias y centrándose en lo que deseaban y en aquello que les aportaría la felicidad: estar a salvo. Lo había logrado. Había sido valiente. Y sabía que iban a superarlo.
Evan sintió la mano de Tara posarse sobre su hombro. La mujer había estado atenta a la pequeña conversación entre los adolescentes y decidió que era hora de intervenir. Con la tristeza también reflejada en su rostro dijo:
-Carl... Vamos.
Evan le tendió la mano para que se levantara del suelo mientras la lluvia empezaba a caer de forma violenta sobre ellos. Aquel podía parecer un gesto inocente, pero en realidad, significaba ser capaz de dejar atrás aquello que ya había sido perdido, siendo consciente de que no iba a volver. Allison no volvería.
-Por favor, Carl- sollozó Evan.
Carl agarró su mano y el rizado lo ayudó a levantarse del suelo para después fundirse los tres en un fuerte abrazo de dulce amargura.
El dolor cesaría.
Sólo necesitaban tiempo.
Debían esperar.
Y se quedaron allí, unidos.
Esperando.
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Queda el epílogo <3
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《She is Negan》 Carl Grimes
FanfictionElla ha caído en una trampa. Lo ha perdido todo. Ella es la nueva. Ella tiene un oscuro pasado. Ella usa un revólver para defenderse de los muertos que ahora habitan en el mundo. Ella es valiente, pero tiene miedo. Ella es Negan. ❝El amor requi...