Capítulo 4

1K 104 6
                                    

Dedicado a Vania4ever
Por tu cumple xd

----------------------------
Si será un cretino.

Debe tener por allí un titulo que diga "Masterado en ser Casanova e Idiota".

Ya encontrará la forma de llegar el solito hacia su nuevo despacho. Mientras yo voy a mis clases.

No dos ni tres pasos mas cuando escucho pasos que corren. Giro la cabeza y, no es cierto, Donovan esta corriendo hacia mi. Por Buda. Giro hacia la izquierda. No quiero hablar con él. Corro por un pasillo y me meto en el tercer aula. Para mi suerte esta vacio, cierro la puerta.

Apoyo mi cuerpo en la puerta, instantes despues escucho una puerta abrirse y cerrarse. Ay mamá esta revisando cada aula. Miro hacia todos lados desesperada.

La mesa del profesor.

Corro y me meto debajo de ella. Mientras no venga hacia aca, estare bien.

Aunque, pensándolo bien, ¿Por que diantres yo me estoy escondiendo? No es que haya cometido un delito. Bueno si, según las normas esta prohibido "confraternizar" con los docentes. Pero en este caso yo no sabia quien era el a la hora de acostarnos, y, no solo pende mi carrera sino también su puesto como catedrático, a lo cual por cierto me sorprende ya que se ve muy joven, 28 o 30 quizás, por no decir que esta caliente.

Con mis ideas más aclaradas estoy a punto de salir de mi escondite cuando escucho la puerta abrirse junto con unas risitas.

Ay no. No. No. No.

Por favooor.

Cierro los ojos, esto no puede estar pasándose a mi.

Las risitas continuan, se estan acercando. Es todo si se ponen del lado equivocado me veran.

Alguien se ha subido a la mesa. Lo sé porque esta chirriado. Auch mis oidos.

-Shhhh, Iver, nos pillaran -dice la voz femenina.

Ewww se estan metiendo mano.

—Tranquila, nadie viene el primer dia. Y he estado con ganas desde que te vi.

Adivinare... ¿primer año?

Pffff niños recien ingresados como no. Estoy tentada a salir de mi escondite y arruinarles la diversión, pero si lo hago tendría que dar explicaciones, asi que... nah.

Hago como que no me importa escuchar los molestos chillidos por parte de la chica, ni el sonido de cuerpos chocando, ni el vaiven de la mesa, ni las constantes maldiciones por parte del tal Iver, y oh si claro ignorando olímpicamente el olor a sexo.

No pasa nada.

Pero casí doy un grito del susto cuando una mano paso a sujetar el marco de la mesa casí agarrando mechones de mi cabello. Rayos, esta chica debe pasar mucho tiempo haciendose la manicura. Parecen garras con clase.

Su mano esta agarramdo el tono de sus uñas, rojas.

-Vamos, Vany. ¿Por que no quieres salir conmigo? Puedes obtener esto todas las veces que quieras.

-No me gustan los compromisos, no necesito que seas mi novio para obtenerlo.

Un gruñido es su respuesta:- Ya veremos.

Planean romper la mesa ¿o que?

Un chillido y un gruñido suenan al unisono, vaya, espero que hayan usado condón. No querran dejar la universidad después de haber entrado.

Después de decirse algunas guarradas salen del aula.

Espero unos minutos, no vaya a ser que la chica o el chico hayan olvidado algo y se lleven la sorpresa de que alguien este allí tan solo instantes de haber salido.

Salgo de mi escondite y estiro mi cuerpo, ya que se me entumeció de estar tanto tiempo en la misma posición.

Perdí mi primera clase, que más da. Abro la puerta dispuesta a irme.

Pero nada, nada me prepararía para ver a Donovan en el marco de la misma. Mi primer acto instintivo es gritar y dar un salto hacia atras.

Mal.

Muy mal.

Ya que dejaba la puerta a su merced. Este entro, cerro mi escapatoria y le puso el seguro.

¿Por qué no vi eso antes?

Estabas muy ocupada corriendo por tu dignidad.

Oh si claro.

Después de ponerle el seguro viene acercandose a mi... a paso lento y yo retrocedo a la misma velocidad que el.

—¿Por qué huyes de mi? —pregunta él sin despegar su mirada de la mia.

—¿Tu por que me sigues? —contraataco yo.

—¿Por qué respondes a una pregunta por otra?

—Acabas de hacer lo mismo.

A este punto he llegado a la mesa, ewww. Me despego unos centimetro de aquella mesa infestada de quien sabe cuantas cosas.

El sonríe mostrándome dos hoyuelos que no había visto antes. Es tan hermoso.

—Lo siento, creo que empezamos con mal pie. Me presentare: Mi nombre es Alexander Donovan, como te dije anoche, tengo 28 años tengo una Master en Psicologia Criminal y Derecho. Decidí alejarme un tiempo de los psiquiátricos y juzgados y acepte el puesto de catedrático a modo de darme un suspiro, me gusta el chocolate, odio los gatos ya que me dan alergia, y me gustas. Mucho.

Creo que no me esperaba eso, ¿yo? ¿gustarle? Lo miro fijamente, no, no puede estar mintiendo. La dare un voto de confianza.

—Bueno, Señor Donovan —el ríe un poco ante la manera en como lo llamo—. Mi nombre es Melissa Slovati, tengo 22 años, estoy en mi tercer año de Psicología criminal, me gusta el espagueti y tengo un gato llamado Nino.

Termino y estoy dandome palmaditas mentales por hablar con firmeza.

—No entiendo por que me diji...

—Yo no dije en ningún momento que me llamara Monica.

—Pero tampoco lo negaste.

—Quise ahorrarme el trabajo de sacarlos de su error.

—Por que huiste esta mañana, según recuerdo no la pasate mal anoche.

—Estaba ebria, no recuerdo nada —mentiras y más mentiras. Bueno no todas por que si tome mucho, pero tengo una gran resistencia al alcohol gracias a mi descendencia irlandes— desperté y no sabia con quien me había acostado ni como. Asi que no te sientas mal.

—¿No recuerdas nada? —pregunta él, acercandose más— ¿Segura?

—No —susurro, ya que esta muy cerca— ¿Que haces?

Su respuesta llega antes de sus labios choquen con los mios:—Recordartelo.

Sella su promesa y me presionas a su cuerpo. Me esta encendiendo y no podre apagarme hasta consumirlo todo.

Su beso es suave, es como si me probara, saboreara, pero yo ansío más. Pongo mis manos en su pecho, y al momento de tocarlo me detiene de las muñecas.

Auch. El rechazo duele.

—Estoy tratando con todo mi ser de controlarme para no hacértelo aquí y ahora encima de esa mesa, asi que si me tocas perderé el control.

No respondo con palabras, sino que con actos le doy a entender lo que quiero. Desabrocho la hebilla de su cinturón como respuesta.

El me guía hacia la mesa pero lo detengo, pero malinterpreta mi gesto como una negativa a hacerlo, asi que se lo aclaro.

—Hace rato entraron unos chicos de primer año y utilizaron la mesa para ya sabes que —hago un gesto con la mano para hacerlo más obvio.

Solo me sonríe y se quita la chaqueta que trae encima, tiende esta encima de la mesa y luego empieza a desabotonarse la camisa, quitarsela y cubrir la parte restante de la mesa.

—Problema resuelto.

Sin más me tumba delicadamente en la mesa, venerándome con los ojos.

Y revivimos lo que anoche hicimos.

Obsesión Donde viven las historias. Descúbrelo ahora