Capítulo 7

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Pov's Melisa

Gritos...

Voces discutiendo...Dorian.

Abro los ojos abruptamente y me levanto.

Mala idea.

Ya que un dolor se expande desde mi cuello a mi cabeza. Vuelvo a la misma posición echada.

Hago una mueca de alivio al sentir el dolor apaciguarse un poco. Trato de lleva mi mano a la zona adolorida de mi cuello, y es cuando siento el peso de algo allí.

Su cabello negro se dispersa en varias direcciones, una ligera capa de barba asomándose en su pacífico rostro. ¿Cuanto he estado inconciente? ¿1 día? Por que esa barba no estaba allí en nuestra cita.

-¡Es mi prometida la que esta allí dentro!

¿Dorian?

¡Dorian!

Oh no, un gruñido gutural sale de Alex. Frunce el ceño, pero aún mantiene los ojos cerrados.

Me fijo bien en la posición en la que esta, nada cómoda, esta sentado en una silla con la mitad de la parte superior apoyada en mi cama, con sus brazos cruzados frente a su rostro, sosteniendo con ambas manos la mía.

Delicadamente trato de recuperar mi mano, ya que conociendo a Dorian terminara por irrumpir en la habitación. mala idea la mia, ya que ese mínimo movimiento lo alerta y despierta irguiendose velozmente.

Sus ojos estan rojos e hinchados. Sus ojeras muy pronunciadas.

Da el aspecto de no haber comido ni dormido bien. Mi corazón se estruja ante ese pensamiento.

—Santo cielo, Alex ¿Que te paso?

No hay respuesta por su parte. ¿esta enojado?

Pero no son necesarias sus palabras, ya que me aprisiona en un abrazo escondiendo su cara en el hueco de mi cuello, a los instantes siento algo húmedo. ¿Esta llorando?

Trato de hacer que me mire. Pero el se mantiene allí, no quiere separarse de mi, sus brazos ejerciendo un poco más de presión.

—¡Auch! —exclamo, aunque en realidad no me dolió.

Sus brazos me sueltan como si le quemara.

—Lo siento, lo siento. ¿estas bien?

Si, ha estado llorando. Me lo confirma su nariz roja y cara humeda.

No sé que clase de brujería o pacto habrá hecho este hombre que aún con los ojos enrojecidos y el aspecto desaliñado se ve encantadoramente tierno.

No tengo tiempo para contestar cuando la puerta es azotada por alguien que acaba de entrar. Alex y yo miramos al mismo tiempo al recién llegado.

A los segundos aparecen enfermeros detrás de el.

—Señor, le pedimos que salga o llamaremos a seguridad.

—No me voy a ningún lado, es mi prometida la que esta allí echada en cama.

¿Les menciones que me entere que Dorian me fue infiel con una colegiala? Bueno, olvide mencionar que tras que vi con mis propios ojos el acto de su propio engaño no le reclame nada ni le dije nada.

En otras palabras él no sabe que yo sé que me engañó.

Lo sé, es estresante, ya que debí haberle hecho un escándalo allí en pleno vestíbulo de ese hotel, mientras se besuqueaba y manoseaba con esa niñata en recepción.

Pero no es mi estilo. Solo confirme con mis propios lo que Heaven, mi mejor amiga, me había dicho hace unas semanas. Solo sentí el dolor de su traición ajena a su felicidad y me fui.

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