Capítulo 5 (+18)

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Pov's Alexander

Creí que antes la amaba, aún la amo, pero inexplicablemente ese amor ha crecido tanto que no tengo forma de describirlo y es tanto que tengo miedo, miedo de asustarla, miedo de aburrirla, miedo de no ser lo que ella quiere o necesita.

Por que si la pierdo... si la pierdo... no. No.

No, eso no sucederá otra vez.

Me asegúrare de darle todo lo que quiera, de darle atenciones, regalos, mimos... todo. Le daré todo.

Por que si le doy todo no me dejara ¿verdad?

Mientras camino hacia mi nuevo despacho, con una dolorosa erección entre mis pantalones y saludando a algunos alumnos mi mente no deja de rememorar lo sucedido hace unos minutos.

*Flashback*

Su cuerpo se retuerce ante mis caricias, le gusta.

La forma en que se muerde el labio inferior para sofocar sus gemidos me vuelve loco. En otra situación se lo impediría, pues uno de mis fetiches es verla gemir...fuerte, pero dado que estamos en un aula hecha para la resonancia y posibles niñatos allá afuera por el pasillo, no, solo yo puedo deleitarme con los sonidos que crea este ángel.

Una imagen de ella con otro hombre cruza por mi mente. Veo todo rojo. No, ella no puede hacerme eso.

No lo hará si ve que solo tu la puedes complacer.

Dejo a un lado el plan inicial, y me concentro solo en su placer.

—¿Alex que es...? Oh madre santa, Alex.

Siento sus manos jalándome del cabello. Le gusta.

—Sal conmigo hoy. Dame una oportunidad de hacerte feliz.

Su mente aturdida por el placer le impide contestarme u oirme siquiera, asi que ralentizo el movimiento de mi lengua, un poco de tortura no hace mal.

Inconcientemente alza las caderas en busca de su alivio. Sonrió y le doy un beso antes de subir y verla a los ojos.

—¡¿Por que paraste?! —vaya esta enfadada. Siento una ligera punzada. Pero necesito estar seguro de que saldrá conmigo.

—No me contestaste. Sal conmigo.

—Por si no te has enterado —esta hastiada, lo cual la hace ver tierna y sexy vez, no sé como pero ella lo logra— eres el catedrático de mi facultad, y hay normas que nos impiden "confraternizar" de por si no deberíamos estar haciendo esto.

—Podría dejar mi puesto si es lo que te preocupa —dije despreocupado.

—Si, claro, el día que hayas perdido la cabeza lo harás —dijo ella en tono burlón.

La perdí hace años cuando te fuiste en mis manos.

—Dame una oportunidad, solo una. Si no quieres que nadie se entere, bien, nadie se enterara.

—¿Y si quiero que todos lo sepan? —me incita con una sonrisa hermosa, hermosa, hermosa

—Invitaremos a todos a nuestra boda.

—Al parecer tiene un buen sentido del humor, Señor Donovan.

No bromeaba.

—Bien —finge cansancio— dado que me has arruinado un orgasmo —trato de rebatir pero me corta—, saldre contigo.

Trato de volver hacia sus piernas pero me lo impide.

—Tengo clase ahora, ya encontraré la forma de cobrarmela —se yergue y se pone sus braguitas junto a sus pantalones blancos, tendré que convencerla para que use falda. Viene hacia mi y pone una mano en mi rostro. Respondo a su gesto apoyando mi mejilla en la base de la palma de su mano. Se siente bien. Pero la otra trepa hacia mis pantalones, específicamente a lo que esta entre medio, y los masajea.

Oh, ella no sabe el control que ejerce sobre mi. La forma en la que mueve su mano, más la otra en mi rostro y su ojos puestos en mi, me esta llevando demasiado rápido y alto.

O quizás si sabe el control que ejerce sobre mi, por que a solo unos movimientos de llegar se ha detenido :—solo ten en cuenta que lo gozaras mucho más despues.

Y tras eso dejarme en aquel aula con la respiración erratica y una erección frustrada.

Y aún asi estoy feliz, por que acepto salir conmigo.

La vida me devolvió a mi Monica, pero ella no me recuerda. El hecho de que no sepa quien soy me duele mucho. Pero la enamorare de nuevo, hasta que sus recuerdos vuelvan.

*Fin flashback*

Tras llegar a mis despacho, reviso las estadísticas que Rodríguez dejo en mi despacho y luego busco el afiche de Melisa, el personaje que creo Monica para enfrentarse a todos.

Alumna destacada y prometedora.

Era de esperarse.

Tras unas horas averiguando todo sobre ella y faltando unas cuantas para nuestra cita decido alistarme.

Y faltando exactamente dos horas quince minutos para que la vaya recoger decido esperarla cerca de su edificio.

.......

Estoy al frente de su edificio
sentado en una banca, con lentes de sol y un períodico para camuflarme esperando que se haga hora.

Cuando faltando media hora para las 5pm la veo llegar a su edificio con un traje deportivo y auriculares, esta a punto de entrar cuando un sujeto la detiene del brazo.

Eso despierta mis alarmas, estoy por correr hacia ella y matar a ese rufian cuando ella le sonríe.

Le sonríe.

A él.

Creo que eso es peor que si la intentara atacar. Porque si le sonríe eso significa que siente algo por el ¿no?

Y si siente algo por alguien que no sea yo, entonces habrá mas posibilidades de que me vuelva a dejar.

Mantengo la ira dentro de mi hasta que ella se despide y entra a su edificio.

Bien.

El tipo que se atrevio a tocarla sonrie como un bobo y vuelve a su caminata.

4:38 pm

22 minutos son más que suficientes para dejarle en claro a ese hombre que Monica es mia.

22 minutos son suficientes para hacer que un hombre desee no haber nacido y luego volver a la puerta de mi amada.

Acomodo mis lentes y voy tras ese hombre. Más le vale rezar para que no se me pase la mano y pueda respirar, inválido, en coma, o sin algunos miembros del cuerpo... pero que su corazón siga latiendo para recordar la lección.

.........
.......
....
...
..

—¡Oh Dios ¿Que te paso en la cara?! —exclamo mi amada asustada.

—Puedes creer que fui tan idiota que al venir no me fije en un poste y me pegue. —digo haciendo un puchero, a lo cual se ablanda.

—Si, puedo creerlo -dice con una sonrisa de penita—. Entra, te pondré un poco de hielo para que no se te inflame.

—Eres muy amable, Mo—Melisa. —me corrigo al instante, pero ella lo pasa.

Sin más entro con ella a mi lado.

El moretón en mi cara no es más que el resultado de una lucha por la vida de un ser que tuvo la desgracia de molestar al león creyendo que saldría inmune.

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