Padres

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Stephen se miro por décima vez al espejo. Mentiría si decía no estar nervioso, ¡Iba a conocer a Howard Stark! A los padres de su novio.

  -Te ves bien-. Christine se acercó a él y acomodó un poco la corbata ajena. -Creo que a Tony le gustará  jalar de esta cuando...-.

Stephen sabía a donde iba la conversación. -Christine basta-. Se sonrojo con levedad y la chica río.

  -Ya estás listo-. Tomó  un par de aretes.

  -Esos son nuevos-. Observo Stephen mirando los pequeños diamantes.

  -Fueron un regalo de Pepp-. Dijo restandole importancia. -Ahora quítate, quiero ponermelos-. Dijo mientras se colocaba frente al espejo.

(...)

  - ¿Están saliendo?-. La rubia se giro a ver a su mejor amiga mientras se sonrojaba.

  -Si... No es nada oficial por eso no te lo había dicho-. Bufó cuando vio a Tony sin la corbata. -Deja de quitartela-. Lo regaño.

  -No cambies el tema-. Ella lo ignoró y se acercó a él para volver a atar la corbata. -Ella te gusta-.

  -Claro que si-. Asintió evitando los grandes ojos de Tony. -Ella es... hermosa-. Suspiro enamorada.

  -Ahora se como me veo cuando hablo de Stephen-. Bromeó.

El timbre de la mansión Stark fue tocado. Los amigos se miraron y después sonrieron.  Bajaron las escaleras. Tony la llevaba del brazo, si bien su atracción era a los chicos lo habían criado como un caballero y al parecer a Stephen también ya que cuando entro llevaba a Christine de la misma manera.

Las parejas se deshicieron, las chicas se abrazaron y besaron sus mejillas tratando de ser discretas y Stephen... él parecía congelado.

  -Vas a estar bien-. Tony beso su mejilla.

  - ¿Y si deciden que no soy lo suficientemente bueno para ti?-.

  -Me dará igual-. La sonrisa en los labios de su amado le dieron confianza. -Te amo-.

  -Te amo-. Repitio y se tomaron de las manos.

Cuando llegaron al comedor Stephen saludó  a María Stark con un beso en la mejilla y después a Howard con un apretón de manos. La cena fue tranquila o bueno, más tranquila de lo que Stephen se había imaginado.

Howard solo hizo preguntas sobre lo que tenía planeado para su futuro y a que se dedicaba y se sentía feliz por eso. También hablaron sobre la vez que Stephen se quedó  para cuidar de Anthony, María le agradeció por eso y para suerte de ambos al final de la cena María y Howard aceptaron de buena manera que estuvieran saliendo.

Cuando la cena terminó Stephen acompañó  a Tony a su habitación.

  - ¿No te quedas?-. Tony sonrió con coquetería.

  -No, tú padre me mataría-. Río cuando vio el puchero que hizo Tony. -Ve a dormir príncipe-.

  -Solo si me das un beso-. Colocó sus manos en los hombros ajenos.

  Stephen se inclinó un poco hasta que sus labios y los del castaño se unieron en un tierno beso que duro más de lo que Stephen esperaba, pero Tony no lo quería dejar ir.

  -No dejes que papá te intimide-. Susurro Tony cuando se separó.

Stephen se quedó atónito cuando Tony cerro la puerta. Le restó importancia y se giro tapándose con Jarvis.

  -El señor Stark quiero verlo-. Anunció y comenzó a caminar.

Stephen parpadeo y se apresuró a seguir al mayordomo hasta otra parte de la mansión donde Howard Stark lo esperaba, sentado en un sofá de cuero y con una copa de whisky en la mano izquierda mientras que con la otra sostenía un cigarrillo, tal vez era un hombre rico, pero disfrutaba más de los cigarrillos que de los puros. Stephen tragó en seco, la verdadera prueba apenas iba a empezar.

Hagan sus oraciones para Stephen :v

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