Prólogo

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Puerto Rico, 13 mayo de 1996


Emma:

Cada vez que te escribo es tan sencillo para mi ya que con tan solo pensar en ti cada parte de mi ser se eriza y siento pequeñas mariposas en el estómago y las palabras fluyen como agua corriendo en un río, pero el día de hoy realmente no sé cómo expresarme realmente porque esto es lo más difícil que he hecho hasta el momento en mi corta vida ya que esta será mi última carta dirigida a ti y por favor no trates de contactar conmigo, ya que será inútil que lo hagas porque cuando recibas esta carta ni siquiera habrá rastro alguno de mi en San José, vive tu vida, por favor se feliz, espero que encuentres un amor que pueda reemplazar lo que vivimos, creo que pudimos haber llegado a serlo todo pero esta sociedad no va a entender los sentimientos que tenemos la una por la otra, realmente te amo Emma eso nunca debes dudarlo. Pero realmente esto que estoy haciendo es por tu bien y aunque no lo creas estoy escribiendo esta carta con lágrimas en los ojos porque realmente me duele, espero en otra vida pueda amarte sin restricciones, no me odies por esto pero es mejor para ti que ya no vuelvas a saber de mi.


Siempre tuya Regina...

Nunca dejé de amarteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora