Capítulo I. Volver A Verte

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No one's POV

Actualidad 2010
Era un día como cualquier otro en Storybrook, Maine. El día se encontraba con un poco de nubosidad y se sentía una pequeña brisa fría recorrer las calles,  los habitantes de aquel poblado no necesitaban abrigarse demasiado. Por su parte Emma Swan a pesar de querer pasar desapercibida no lo logró ya que al tener tan pocos habitantes, en el pueblo todos se conocen así que cuando llega algún foráneo la noticia corre rápidamente entre los lugareños.

Emma se encontraba en el terreno que deseaba adquirir para abrir su nuevo restaurante de su pequeña cadena de comida italiana, ella se encontraba realizando el contrato de compra-venta  del terreno donde se construiría el local, por lo que al terminar el trato con el vendedor decidió que tenía que encontrar un lugar donde pasar la noche ya que al día siguiente, tendría un día largo en el ayuntamiento para poder tramitar los permisos correspondientes para poder iniciar la construcción del restaurante además de los permisos para el comercio de alimentos y bebidas.

Mientras tanto del otro lado del pueblo estaba la alcaldesa frente a su chimenea bebiendo un latte con leche descremada light con canela y sin azúcar, leyendo algunos expedientes de proyectos y presupuestos que debía autorizar para el mejoramiento del pueblo hasta que dieron las ocho de la noche ya que debía arropar a Henry y darle las buenas noches para que pudiese dormir como era costumbre, para después ella ir a su habitación para dormir ya que tenía una rutina que empezaba a las 4:30 de la mañana para poder realizar todas sus actividades diarias.

Al día siguiente...

Cada una de nuestras protagonistas empezó sus respectivas actividades muy temprano por la mañana, la morena lleva a su pequeño hijo al colegio y la rubia se dirige a la compra de los materiales que se ocuparían para construir los cimientos del inmueble. Y sin darse cuenta horas más tarde las dos protagonistas se encontraban en el mismo establecimiento, solo que en áreas diferentes, hasta que unos gritos exasperados llamaron la atención de la rubia

R: Maldita sea Belle, ¡no puedes hacer nada bien! Solo te pedí que me hicieras una misera cita con el pediatra de mi hijo ¿Acaso es demasiado pedir?

Emma instantáneamente al escuchar aquel bullicio buscó con la mirada la procedencia del mismo solo encontrando una muchacha asustada y la silueta posterior de una mujer de morena cabellera que con aquel traje sastre que vestía definiendo perfectamente su figura y la falda dejaba ver sus torneadas piernas por las cuales Emma tragó seco entrando a un transe hipnotizada hasta que fue sacada de sus pensamientos por la asistente de aquella mujer

B: Muy bien, si tanto cree que no puedo hacer las cosas bien quédese con su trabajo, yo renuncio con su permiso alcaldesa, lo más pronto posible va a recibir mi renuncia por escrito -Dejó los papeles que tenía en las manos sobre el escritorio sin darle oportunidad a la alcaldesa de mencionar siquiera algo ya que salió del edificio sin ver atrás-

Por otro lado la alcaldesa furiosa se encerró en su oficina azotando la puerta y sentándose en su silla exasperada por la escena que se había suscitado momentos antes.

Inmersa en sus pensamientos Emma fue llevada de vuelta a la realidad por la recepcionista que le solicitaba la documentación

X: ¿Señorita Swan se encuentra bien? -Alza una ceja con escepticismo-
E: Por supuesto, solo que... ¿Quién era la mujer que se encerró en aquella oficina?
X: La alcaldesa, mañana tendrá una nueva asistente aunque ya casi no queda nadie en este pueblo, espero nunca deba topar camino con ella sinceramente, no es una mala persona pero tiene un carácter indomable diría yo -Exhala aire-
E: Claro, entiendo pero creo que será mejor que yo me vaya, para no quitarle más su tiempo -Sonríe dejando sus papeles y volteándose para ir a la salida-
X: Señorita Swan ¡Espere por favor! -Levanta un poco más la voz para llamar la atención de Emma-
E: ¿Me faltó algún otro documento?
X: Realmente no, me gustaría -Enreda su cabello entre sus manos- Invitarle un café que tal en la noche, creo que sería agradable empezar a hacer amigos en este pequeño pueblo por cierto, soy Ariel -Tendiendo su mano-
E: -Le devuelve el saludo- Realmente no lo sé, podrías ser una secuestradora o tratante de blancas -Agrega tratando de no reír-
A: Prometo cien por ciento que mis intenciones son genuinas y no soy una tratante de blancas -sonriendo-
E: Bien, entonces te creo y te veré en la noche Ariel, es mejor que me vaya antes de desatar la furia de tu jefa contra tuyo -Le guiña el ojo-

Nuestra rubia salió del lugar en dirección al lugar donde se hospedaba para poder comer algo y esperar a que pase el tiempo ya que sin los permisos no podía comenzar nada
Por el otro lado ya que no había quién concediera el permiso los documentos de nuestra rubia fueron a dar con la alcaldesa y mientras revisaba el papeleo

R: -Comienza a leer los documentos rápidamente hasta que se encuentra con la copia de la identificación de la rubia empezando a hiperventilar- ¿Cómo diablos me encontró? No debe de estar aquí -Diciendo eso lleva el sobre al triturador de papeles para hacerlos pasar por perdidos y al pasar el tiempo desista de quedarse en el pueblo- Pensé que había sido clara en aquella carta Emma, no debiste venir nunca aquí...

Flashback

R: No puedo dejar así como si nada a Emma, Kathryn tú sabes bien que ella es demasiado importante para mi -Menciona ella con lágrimas en los ojos-
K: Vamos Gina, nunca te había visto así además sabes que es lo mejor
R: ¿Lo mejor? ¿Según quien? Joder Kathryn, ella es el amor de mi vida, necesito conseguir un vuelo a Ottawa lo antes posible -Agrega exasperada-
K: No seas estúpida, ¿Qué rayos vas a hacer en un país desconocido? Además vas a iniciar una carrera en Harvard y no puedes dejarlo eso sería el doble de estúpido
R: ¿Entonces que diablos hago Kathryn?
K: Debes terminar la carrera y seguir tú vida, si ella es para ti en algún momento se han de encontrar y podrán vivir su amor, ahora tienes demasiado por perder si es que sigues con alguien que ni siquiera conoces
R: Aunque no te parezca si la conozco y lo que sentimos es completamente real a pesar de que ella está en Canadá, nunca llegaré a tener una conexión con alguien como la tengo con ella, ¡Maldita sea! Me enamoré de ella sin siquiera haberla tocado alguna vez, he perdido la cabeza completamente Kathryn
K: Nunca supe de alguna vez que tuvieras cabeza así que no la perdiste por ella y es mejor que empaques tus maletas para ir a Boston o sino tu madre realmente estallará

Fin del flashback

R: Fuiste mi primer amor, pero ya pasó demasiado tiempo cariño mío -Suspira con una lágrima recorriendo su mejilla-

Momentos después se escuchó abrirse la puerta y Regina se limpia las lágrimas antes de que entren

X: ¿Ya nos vamos? Si se hace más tarde tú le pagarás a la niñera las horas extra
R: Perdón no recordaba que hoy teníamos que salir Robin, solo deja tomo mi bolsa -Se levanta tomando el bolso en dirección a la puerta-
Ro: Perfecto -Se acerca a la morena tomándola del cuello para poderla besar- Te extrañé el día de hoy
R: -Le dedica una media sonrisa y se aleja para poder salir- Nos vamos en mi auto

Aquella cena transcurrió tranquila con un esposo que no paraba de hablar y ella solamente sonreía para que no se diera cuenta que ella se encontraba en sus propios pensamientos dirigidos a su primer amor hasta que llegó la hora de ir a casa y en vez de llevarla a la realidad ya que se topa con ella frente a frente con la
R: -Al Levantar la vista se encuentra a la rubia junto a una de sus trabajadoras mostrando una gran sonrisa y aferrándose aún más al brazo de su marido aparentando orgullo-
A: Doctora Mills un gusto verla -sonríe nerviosa-
E: ¿Mills? ¿Escuché bien? -Voltea a ver a su compañera de velada-
A: Si, es la alcaldesa Regina Mills y su esposo Robin Locksley, Alcaldesa ella es mi nueva amiga la señorita Emma Swan
R: Un gusto señorita Swan -Le da la mano para saludar- ¿Llegó hace mucho al pueblo?
E: -Le devuelve el saludo estrechando su mano sintiendo una electricidad recorrer su cuerpo al igual que a la morena pero disimularon con una perfecta y diplomática sonrisa- Para nada alcaldesa, el gusto es mío y si, hace un par de días llegué
R: ¿Viene de vacaciones señorita Swan? -Le dedica una mirada la cual solamente ellas entienden-
E: No, me interesa el mercado alimenticio y probablemente ya le llegaron mis solicitudes para los permisos de construcción y comercio -Niega con con la cabeza y una media sonrisa-
R: No quiero ser grosera señorita Swan pero me llegaron bastantes expedientes esta tarde para revisión y no los terminé el día de hoy, pero agende una cita y pase a mi oficina en la semana -dice con una facción neutral y un tono de diplomacia-
E: Gracias alcaldesa, que amable de su parte, espero que la próxima vez que nos veamos tenga noticias favorables para mi -Disimula el nudo en la garganta con una sonrisa-
R: Fue un placer verlas señoritas, pero mi esposo y yo tenemos que llegar a casa para poder llevar a la cama a nuestro hijo -Sonríe extendiendo su mano para despedirse de las mujeres-
Ro: Buena noche señoritas -Asiente con la cabeza siguiendo a su esposa para poderle abrir la puerta del auto-
A: Te dije que era una buena persona la alcaldesa -dice con una sonrisa después de verlos alejarse-
E: No lo sé Ariel, es demasiado bueno para ser verdad, no creo que me vaya a dar buenas noticias cuando vaya a su despacho - Niega con la cabeza sin dejar ver que había un trasfondo en lo que acababa de pasar-
A: Eres demasiado negativa ¿Lo sabías? -agrega cruzándose de brazos-
E: Bueno, ya veremos te diré lo que pase cuando la vea…

Nunca dejé de amarteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora