3. Miss Mistery

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Un aroma cálido inundaba mis pulmones y me hacía sentirme querido, me aferre más a el sin desear soltarlo.

Cuando desperté estaba fuertemente abrazado al pecho de Aria y con nuestras piernas enredadas no se como describir la felicidad que albergaba en mi.

-olvide cerrar la cortina...- dijo con la voz adormilada

Era cierto el cuarto era iluminado por completo.

-ahg- quejaba

-buenos días- hablé acordándome a su altura y tapar el sol que le daba en la cara

-buenos...- me beso y luego me abrazo- quiero un baño- hablaba con desánimo

Me soltó sentándose en la cama, su cabello está hecho un desastre y su cuerpo desnudó detalle cada centímetro se veía hermosa.

-...¿vienes?- me extendió su mano

-si-

Me guió hasta el baño, automáticamente me tapé mientras ella preparaba la regadera.

- no ha nada que no te haya visto anoche- río y me besó

-es sólo que...no me acostumbro-

-eso es muy lindo- me besó

Un baño igual de divertido que todo lo anterior, ella aprovechaba cada oportunidad para acariciar mi cuerpo y hacerme algún cumplido que me sonrojaba fácilmente.

- te puedes adelantar- decía mientras secaba su cabello frente al espejo

-si- note algo inusual, en el lavabo se encontraba vario cepillos de dientes- esos ¿de quien son?

- ¿los cepillos?, Son de las chicas, mi departamento es el cuartel de reunión cuando necesitan un lugar donde quedarse, por lo que hay muchas cosas de ellos por todos lados, hay ropa de Joe en el armario pero dudo que te quede- sonrió

Sali del baño y me fijé en el armario donde todo quedó comprobado, había cajones con los nombres de sus amigos, me pareció muy divertido, mire la ropa de Joe y realmente era más delgada por lo que opte por buscar la mía. Sali a la sala todo era muy tranquilo y simple, decidí prepararle el desayuno cuando abrí el refrigerador estaba igual que el armario había cosas etiquetadas vaya que eran buenos amigos.

- que rico huele- salio con ropa muy ligera

- ya casi está listo-

-bien- encendió el televisor y se acercó a mí- eres el paquete completo, bebé - me abrazo por la espalda

-diría lo mismo de ti-

Desayunamos tranquilamente mientras ella criticaba en progama de moda recibido en el horario matutino yo solo me divertía con sus comentarios.

-Leo, quiero hacerte una propuesta-

-¿una propuesta?-

Sujeto mis manos - ¿me dejarias cortejarte?-

Me sonroje al instante, no me había detenido a pensar que es lo que pasaría después de lo de anoche, ahora ella me estaba proponiendo una relación formal.

-Sí no estás decidido no pasa nada, yo puedo esperar por tu respuesta-

-sí quiero- le sonreí, me gustó que estuviera dispuesta a esperar por mi

-gracias- beso mis manos- te aseguro que no te arrepentirás-

Tras un película cualquiera que vimos en el su sofá abrazados era el momento de irme.

-te acompañare - dijo cerrando la puerta- dime ¿cerca de donde vives?-

- más hacia el norte, pero trabajo cerca de aquí- nos pusimos en marcha

Lo amargo de un carameloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora