13. Eye in the storm

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No mencione nada del mensaje, pero si lo respondí, solo quedaba esperar el día para dejar las cosas claras.

-Amor, el sábado te llevaré a conocer a mi mamá- hablo Norman desde la mesa
El plato que tenía en las manos se me fue al suelo rompiéndose en pedazos.

-Cariño ¿estás bien?- dijo entrando en la cocina

-...Si, es solo que no me fije- respondí mientras barría los pedazo

-¿Hay algún problema?- me pregunto

-Claro que no, conocer a tu madre estaría muy bien- no lo mire, sé que se daría cuenta

-No pregunte sobre eso, Leo mírame-hablo más serio, el casi no me llamaba por mi nombre- Me has estado evitando desde hace unos días, ¿Qué está pasando?-

[¿Cómo te lo digo? ¿Cómo decirte que me reuniré con la persona que tanto detestas?]

-No te estoy evitando- me acerque y lo bese abrazándolo- Voy a revisar a Luka, seguramente ya despertó-

No creo que mi respuesta lo hubiera convencido, pero era lo único que podía hacer. Llegado el día decidí aceptar ir con su madre, la señora ya había pedido que nos conociéramos y tal vez ya era el momento. Una vez estuvimos frente a la casa me encontraba muy nervioso.

-Vamos amor, no te comerán- dejo Norman sosteniendo a Luka, su mano libre la entrelazo con la mía

Camine a su lado, la puerta se abrió antes de que tocáramos.

-Hola- saludo Christa- Los hemos estado esperando toda la mañana, pasen, pasen- nos dejó entrar- Este es el pequeño Luka, es tan lindo- intento sostenerlo a lo que él bebe se acurrucó más al pecho de su padre

-Es tímido- aclaro Norman

-Bueno será más tarde- dijo retrocediendo- ¡Mamá, mi hermano está aquí!- grito al jardín trasero

La casa era muy hermosa en colores amarillos y madera caoba, había muchas fotos familiares por todas partes, en las paredes, los muebles y en la mesa de noche, era pequeña pero muy acogedora, parecida a la casa de Norman, con un calor hogareño, al fondo se veía un jardín con mucha vegetación y rosas hermosas, de ahí vino una señora ya mayor de pelo casi blanco y un aura cálida.

-Hijo- dijo la señora abrazando a Norman- Este debe ser el pequeño Luka- le dio un beso en la frente al bebe que solo sonrió, fue una sorpresa para ambos- y tú debes ser Leo- me miro y me abrazo con suavidad.

La abrace sintiendo una gran calma y el aroma a talco- Mucho gusto-

-El gusto es mío, soy Cyrene, no sabes lo feliz que estoy de poder conocerte- dijo cargando a Luka, quien no lloro -vamos hija pon agua para tomar té- le dijo a Christa caminando al jardín

La seguimos, me encontré con un lugar muy hermoso, las enredaderas se extendían por las paredes con rosas de distintos colores, el aroma era tan agradable, mire en una de las esquinas la foto de un hombre en la cima de un pequeño altar, con una urna adornada por hermosos lirios blancos y una veladora encendida. Norman me acerco.

- Papá, él es mi novio Leo- me miro- Amor él es mi padre Augusto-

Me sorprendí, él nunca había tocado el tema de su padre conmigo, yo tampoco quería peguntarle pues siempre que salía algo referente él ponía una mirada triste y no me gustaba.

-Mucho gusto- respondí a la foto

-¿Dónde está el polémico hombre?- escuche una voz de mujer a mis espaldas, sonaba fuerte y vigorosa

Me gire, vi a una mujer delgada, alta, de cuerpo atlético, cabello dorado, facciones muy hermosas tras su piel blanca y con ropa muy sofisticada, me parecía familiar, en sus brazos llevaba a la pequeña Mar.

Lo amargo de un carameloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora