Amor de un Adolescente

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Había sido salvado de una muerte segura tres veces.

Y ahora qué lo recordaba, eran dolorosos esos recuerdos. Mayormente el perder a su familia completa y con ella a la persona qué lo salvara la primera vez junto a todos ellos y quién tratara -quizá de manera errónea- de no hacerlo pensar en la situación qué vivía. Ya fuera con juegos algo pesados para él qué era un niño pequeño o llevándolo a pasear cuando iba de compras al pueblo.

Ahora qué ya era un adolescente y analizaba la situación, no podía culparlo. Él era joven y no sabía lo qué era cuidar un niño, sin mencionar qué él era y es como un niño atrapado en el cuerpo de un adulto.

Lo qué era aún más cierto, era que incluso en sus últimos momentos trató de cuidarlo, al buscar un lugar donde esconderlo para qué no pagara por pecados de los qué un pequeño niño no sabía ni entendía. Y de los qué mucho menos era culpable, pero los que los demás le apañaban solo por el apellido Wen.

Ese hombre del qué ahora recordaba su nombre, lo había salvado dos veces.

De solo pensarlo algo en su pecho se estrujaba, pues de alguna manera se sentía un poco culpable de haberlo olvidado. Aunque no había sido culpa sino de la alta fiebre que había tenido cuando era muy pequeño. 

Y ahora aún no podía creerlo, aún y cuando lo veía con sus propios ojos no lograba asimilar qué Wei WuXian estaba ahí, junto a Lan WangJi.

Junto a quien lo rescatara por tercera vez en la vida a la edad de cuatro años y lo llevara a La Profundidad de las Nubes para volverlo un discípulo más de una de las cuatro Sectas más importantes.

Al menos eso era a ojos de todos, porque ante el propio Lan WangJi había sido adoptado como su hijo, como el único vínculo existente con ese infame e insolente hombre, con Wei Ying.

Actualmente con todos sus recuerdos recuperados, no podía sentirse más feliz y bendecido por los cielos al ver a Wei WuXian y a Lan WangJi juntos.

De alguna manera y tras la muerte de toda su familia directa, veía a Lan WangJi y a Wei WuXian como sus padres.

Aunque quizá nunca se los diría por vergüenza, mayormente a las bromas qué Wei Ying podría hacerle. 

Pero en su puro e inocente corazón guardaba un gran amor por esos dos hombres que sin haberlo planeado le salvaron de muchas maneras, pues no solo evitaron su muerte, sino que le habían enseñado grandes cosas, las cuales lo llevaron a ser quien era en ese momento.

Un Joven cultivador con un futuro prometedor del cual ambos adultos pudieran sentirse orgullosos y quizá en un futuro ser una familia...

— A-Yuan...

Wei Ying lo llamó y él se acercó solo para ser recibido en una cálido abrazo. Sin poder evitarlo se sonrojó por dicha acción y antes de que pudiera decir algo, sintió que alguien más se había unido al abrazo. Ese era Lan WangJi. 

—Estamos orgullosos de ti, A-Yuan

O quizá ya eran una familia y él no se había dado cuenta. 


Pequeñas miradas al pasado y  presenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora