FURIA

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⟨⟨CAPÍTULO I⟩⟩

Ya eran las siete de la mañana, Zoro y Sanji ya estaban en su casa preparando el desayuno. Como siempre Luffy fue el primero en bajar con su típica excusa " El olor a comida me despertó" afortunadamente Sanji ya tenía previsto eso así que lo entretuvo con carne, de lo contrario ellos solo comerían las sobras. No tardó mucho en bajar Law, tras él bajaron corriendo los dos pequeños hermanos. 


-¡Niños! ya les dije que no corran en la escalera- gritó preocupado Sanji

-Lo siento pa- grito Koshiro


De la cocina salió Zoro un plato gigante lleno de comida, Luffy lo agarró y siguió comiendo. Sanji salió con unos platos más "normales" y los repartió entre los demás.Después de un rato Law recibió una llamada...


-¿Si?... ¿Qué?... Detenganlo... Voy para allá - dijo Law preocupado. - Lo siento pero debo retirarme- dijo y salió corriendo


Los demás no le tomaron importancia y siguieron con lo suyo.


•••


Llegó la tarde, Luffy ya se había ido. Zoro, su esposo y sus hijos fueron al panteón para dejar flores a los fallecidos padres de Zoro, su madre Kuina y su padre Koshiro, también fueron a dejar flores a la madre de Sanji, Sora, a lado de esta tumba había un espacio en donde se supone debería estar enterrado su padre de haber sido que encontraran su cuerpo. No permanecieron mucho tiempo allí ya que a Sanji aún le afectaba ir a ver a su madre. A pesar de que ya pasaron muchos años no lo puede superar. ¿Cómo podría?


Después fueron a un parque cerca del hospital donde trabajaba Law.-Pa ¿podemos ir a los juegos?- pregunto Koshiro


-Claro, su padre y yo estaremos sentados en las bancas- dijo Zoro


Koshiro y Kuina corrieron a los juegos mientras que sus padres se sentaron. Sanji tenía la mirada baja.


-¡Ey! tranquilo... - dijo Zoro animandolo


-Cuando te casaste conmigo sabias que me afectaba- dijo Sanji con una pequeña sonrisa


-Si lo se, tu eres mi bendición y mi maldición, por eso te amo.. Aun recuerdo como te conocí, y recuerdo que esa vez te invité un helado para que no estuvieras así- dijo con añoranza y su esposo sonrió más al recordar.


-¡Oh! por dios, ¿un alga parlante me invita un helado?...Eso no se ve todos los días así que acepto querida alga desconocida-


Ambos estallaron a carcajadas, esa fue exactamente la respuesta que le dio a Zoro la primera vez que se conocieron. Zoro se levantó e hizo una reverencia y extendió su mano.-Entonces vayamos mi hermosa damisela en apuros- dijo Zoro mientras sonreía y estiraba su mano.


Sanji tomó la mano de Zoro y ambos estaban irradiando de felicidad recordar cómo se conocieron hace siete años, cuando ambos tenían dieciocho años.


-¡Kuina!, ¡Koshiro! Vamos por un helado, no tardamos- grito Zoro a sus hijos-¡Claro!- grito Koshiro

Una vez másDonde viven las historias. Descúbrelo ahora