No quiero estar sin ti

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Listos para otro capítulo chicos, espero que sí, y recuerden traer sus pañuelos por favor porque hoy también lloraran

Sentía como todo lo que amaba se derrumbada a su alrededor, a lo lejos escuchaba el llanto de Daniel tratando de ser calmado por su madre, también podía escuchar la vos de Julieta quien tratada de alimentar a Andrés quien se negaba a hacerlo, sus hijos lo necesitaban lo llamaban, pero él no tenía ganas de salir, se encontraba recostado en su cama abrazando la almohada que le correspondía a Temo, se sentía tan impotente, tan fracasado, apenas ayer el chico por el que suspiraba se encontraba dormido a su lado, apenas ayer le repetía una y otra vez que lo amaba, apenas ayer se encontraba sobando el gran vientre abultado en donde se encontraba Andrés.

Andrés su pequeño Andrés, solo lo había visto el día que nació, no se sentía capaz de acercarse a él, era su hijo y lo amaba, era un niño esperado Andrés fue muy esperado en esta ocasión por ambos, en el vieron vividos una etapa maravillosa en pareja, sintió sus pataditas, la felicidad de temo al sentirlas, el sabia que muy en el fondo él se encontraba triste de no haber vivido toda esa experiencia con Daniel, pero con Andrés todo fue diferente, vivieron sus antojos, cambios de humor, desmayos, su sueños, su alegría, pero También Andrés trajo la mayor de las tristezas y precisamente por su tristeza había evitado tener contacto con su hijo menor, el verlo le dolía en verdad él era idéntico a Temo, como Daniel era su vivo retrato, ambos eran la combinación perfecta de ellos.

Daniel era idéntico físicamente a él, pero con unos ojos hermosos, como los de su Temo, en carácter todo el mundo estaba de acuerdo en que era muy parecido al de Temo también, era muy tranquilo, relajado pero explosivo cuando se molestaba en eso era el reflejo de Cuauhtémoc, y su nacimiento fue un milagro, pues nadie creía que el llegaría a nacer pero supero las expectativas el vivió

Andrés por otro lado, era la viva imagen de Temo su misma nariz, boquita, todo era todo de temo, pero con unos ojos como los suyos, Andrés tenía sus ojos y por su carácter parecía que sería como el suyo, o al menos eso le escucho decir a su madre, parece que el pequeño seria inquieto y extravagante como él, pero su nacimiento a contrario de Daniel, fue todo lo contrario y que ahora se haya convertido en tristeza lo que debería ser felicidad lo destrozaba, él sabía bien lo que a un niño le causaba nacer el mismo día que tu madre muera, o en este caso su padre, el lo savia lo vivía en carne propia con Temo, el se sentía culpable consigo mismo por causar la muerte de su madre y ese era un tema delicado, noches enteras se la pasaba consolándolo para evitar que se culpara por algo que él no había provocado, después de todo su madre murió de cáncer, y aun sabiéndolo ella prefirió la vida de su hijo por sobre la suya, y ahora su hijo tendría que vivir lo mismo, porque aunque no estaba seguro ni confirmado, el sabia muy en el fondo que su muerte había sido provocada por algún tipo de consecuencia después del ataque de Audifaz

Porque me dejaste-----Lloraba contra la almohada mientras la abrazaba-----Me siento tan solo, regresa

Colgado en el ropero se encontraba un traje negro, esperando por ser ocupado, el sepelio comenzaría a las 3 de la tarde, y ya eran las 2, después de la misa lo enterrarían cerca de la tumba de su abuelo Canuto, esa había sido una discusión difícil, pues Pancho quería llevárselo a Toluca, para sepultarlo con su madre, pero él quería que se quedara aquí, al final de muchos dimes y diretes Pancho tuvo que dar su brazo a torcer, después de todo, ahora era él quien tenía más autoridad sobre su hijo, y la decisión de donde se quedaría solo fue de él.

No quería ponérselo, no quería ir, no quería hacer nada, solo quería dormirse y nunca despertar, no le importaba nada solo quería irse con él, quería irse con su Temo, aun tenía muchas cosas que decirle, pero no había tenido tiempo, cuanto deseaba estar con él otra vez

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