Audifaz Córcega

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Siempre dicen que al final de tu vida es cuando te arrepientes verdaderamente de todos tus pecados y maldades, algunas personas recapacitan y se arrepienten cuando aun están a tiempo de remediar las cosas, pero hay muchos más como yo, que no lo hacemos, que seguimos empeñados en hacer daño a los que nos importan

No fui un buen hijo

Yo fui el más pequeño de tres hermanos, caprichoso desde pequeño, me gustaba tener todo lo que yo quería, aunque a veces mi mama no tenia para comprarlo siempre estaban mis hermanos para que me cumplieran los caprichos, cuando fui creciendo me consideraba un hombre de mente abierta, compositor y escritor, pero la realidad es que nunca escribí nada bueno, nunca compuse nada interesante solo fingí que lo hacia

No fui un buen marido

Me case con una buena mujer Polita, una que tenia fantasmas de su pasado, venia de una familia en donde no era apreciada, ni amada pero yo la encontré y le devolví un poco del brillo que en su vida avía perdido, los primeros años fueron buenos, no teníamos mucho pero tampoco nos moríamos de hambre, con la llegada de mi hijo mayor Aristóteles también vinieron las responsabilidades, y conforme los años pasaban fui convirtiéndome en otra persona, con la llegada de mi segundo hijo, las cosas empeoraron, el dinero faltaba y le faltaba a mi familia, lastime a mi mujer en más de una ocasión y en más de una manera, al final me convertí en lo que ella siempre había odiado una persona, fría dura, sin corazón

No fui un buen padre

Cuando nació Aristóteles fue el día mas feliz de mi vida, era padre de un hermoso niño, el era parecido a mi mujer pero con el mismo sentimiento del arte como yo, a diferencia de mi, el si tenía talento para la música, era un gran compositor y maravilloso cantante, todo estaba perfecto en el, fue hasta la llegada de Cuauhtémoc López que todo cambio, al sentir las miradas de mi hijo sobre ese muchacho pude descubrir mucho antes que el amor que mi hijo albergaba, pero me negué a aceptar que mi hijo sentía amor por alguien de su mismo sexo, y cuando él me lo dijo y fue honesto con sus sentimientos y su corazón, lo aborrecí, lo aparte, lo lastime, lo humille de muchas maneras y lo lastime de muchas más, culpe a un pobre muchacho de los sentimientos de mi hijo, porque no fui lo suficiente mente capaz de entender que amor es amor

Cauchutemos López, fue el nombre de quien en su momento culpe de la desgracia de mi hijo, pero la realidad es que fui yo el causante de su desgracia, yo lo intente matar dos veces y a mis nietos con él, sin pensar ni entender que mi hijo sufría

Fui el causante de la muerte del hombre que mi hijo amaba, ese muchacho dejo dos niños atrás después de su muerte, dos niños muy parecidos a él y a mi propio hijo, conviví muchos con ellos dos, y aunque recibí el perdón de mi hijo, nunca pude recuperar mi relación con el

Fue cuando cumplí mi condena y Salí en libertad, que mis hijos llegan a las puertas de mi casa con dos niños uno de 10 años exactamente igual a él, pero con ojos color chocolate, grandes como los de su padre, era Daniel a él lo recordaba de su niñez cuando cometí esa atrocidad contra su padre el tenia 3 meses y ahora tenía 10 años, los mismos 10 años que yo me pase encerrado me miraba con una mirada inocente y me sonrió mientras me decía hola ajotando su manita

Pero fue el otro pequeño, el que se llevo mi atención, un niño exactamente igual a Cuauhtémoc López de 9 años, quien asomaba su cabecita del cuello de mi hijo, se veía un poco cohibido y apenado en ese momento

Podemos entrar----Pregunto mi hijo

Claro pasen----Conteste mientras me hacia un lado de la puerta para permitirles el paso

El se llama Daniel, supongo a él .lo recuerdas

Si a él si lo recuerdo

El es Andrés, es mi hijo el más pequeño ----Hablo mientras bajaba de sus brazos al más pequeño y les pedía que fueran a ver televisión, entonces observe como el mas pequeño jalo corriendo a su hermano

Vine porque eres mi padre, el abuelo de mis nietos y porque necesito liberar mi corazón, no te odio por lo que hiciste, y te perdono ----Hablo mientras lo mire sorprendido

Que dijiste

Que te perdono, yo perdono lo que hiciste te perdono para liberarme yo y para que mis hijos no crezcan con odio en sus corazones, te perdono Audifas, pero no puedo olvidar lo que provocaste, puedo hablarte y respetarte pero no puedo convivir contigo, siempre tendrás la libertad para con mis hijos, son tus nietos después de todo, pero yo no puedo tratarte ni tenerte el mismo cariño como padre, no puedo hacerlo espero comprendas y lo aceptes porque es lo único que puedo ofrecerte, lo aceptas----Pregunto mi hijo mientras mis lagrimas comenzaban a salir

Lo acepto

Bien, yo no puedo quedarme, pero Arquímedes se quedara contigo y con los niños, el me los llevara a las 6 a mi casa o antes si no los quieres tener aquí---Me contesto mientras se dirigía a la sala en donde los niños veían televisión y se despedía de ellos

Compréndelo, no es fácil para el---Hablo Arquímedes ya convertido en todo un hombre de 17 años, alto fuerte pero con un corazón lleno de bondad

Fue ese día que comprendí lo que podían ser las cosas, mis nietos eran todo lo contrario entre sí, Daniel era muy parecido a Cuauhtémoc, cerio, recatado, discreto pero bondadoso, Andrés por el contrario era todo lo que un día fue Ari, alegre inquieto, travieso, curioso, y muy hiperactivo

Ambos me amaron aun sabiendo lo que yo un día le provoque a su padre, ellos nunca me odiaron, así como Ari, tampoco logro convivir conmigo más de 1 hora, pero yo nunca lo forcé al menos podía ver a mi hijo hasta donde él lo permitiera

Estuve en la boda de Arquímedes, y en las fiestas importantes de mis nietos y en los logros de mis hijos también

Hasta en mi último aliento Aristóteles me dijo que podía ir en paz, que todo estaba perdonado y que me quería

Cuando llegue a qui a sus puertas, lo encontré a él y logre pedirle perdón a la única persona que le hice tanto daño

Lamento tanto haberte hecho mal Cuauhtémoc

Dígame señor audifaz aprendió de su vida

A perdonar y ser perdonado, tú podrás perdonarme

Sí, yo lo perdono, tras estas puertas tendrá respuestas a muchas preguntas, espero las respuestas que encuentre le de paz, a su corazón, adiós señor Audifaz

Adiós Cuauhtémoc, me despedí de él mientras cruzaba las puertas

Entonces Audifaz Córcega, si pudiera describirme su vida como seria

Diría que fui un cobarde, fracasado, mal hombre que hizo mucho daño en vida al igual que trato de remediar las cosas aunque sé que no fue suficiente, a mi me gustaría lograr más, me hubiera gustado poder hacer mas de mi vida

Si pudieras remediar lo que hiciste mal en esta vida, lo remediarías

Sí, yo lo haría

Pues entonces, Yo San Pedro le doy la oportunidad a tu alma de remediar el daño que causaste en esta vida, tu alma reencarnara cuando así lo crea conveniente y espero puedas remediar el daño causado y tu alma pueda descansar en paz, puedes cruzar las escaleras, sigue el camino hijo mío

Así fue como Audifaz Córcega termino su vida esperando poder arreglar el daño que cometió en otra vida 

Quisiera VolverDonde viven las historias. Descúbrelo ahora