Dylan- ¡Dejame! ¡Yo no estoy borracho!.. ¡Te golpearé!
Cierro los ojos, respiro profundo, y trato de ignorar los gritos que el desagradable sujeto en la parte de abajo le lanza a mi madre estando en completo estado de embriaguez.
No he dejado de pensar en las palabras de mamá. Sé que me pidió paciencia, pero es extremadamente difícil estar aquí, en mi habitación, fingiendo desinterés por lo que ocurre a mí alrededor.
El día que llegué a esta casa mi corazón estaba completamente destrozado. Anastasia Rush, la mujer a la que puedo llamar 'mamá', estuvo siempre para mí. Ella prometió que las cosas irían mejor y, desde el día que lo hizo, la he visto hacer hasta lo imposible para cumplir esa promesa.
¿Cómo no podría quererla? Ha dedicado cuatro valiosos años de su vida a buscar mi bienestar.
Es por eso que el día en que ese hombre entró en su vida quise que fuera feliz; porque ella lo merece. Merece eso y mucho más. Pero el tipo resultó un ser tan grotesco... sólo se ha dedicado a hacerla alguien infeliz.
Las cosas no salieron como ella imaginaba. Y siendo honesto, creo que yo tampoco lo esperaba así.
A decir verdad, nada en estos últimos años ha sido lo que esperaba. Me he llevado muchas sorpresas y decepciones, entre otras cosas.
Cuando ese ser tan despreciable le puso una mano encima por primera vez, yo no estuve ahí para evitarlo. Ese día me prometí a mí mismo que no lo volvería a permitir. Sería la primera y la última vez que no estaría aquí, para ella.
"No lastimar a un civil estando fuera de servicio."
Estoy consciente del juramento que hice. Pero tendré que pasar por encima de él cuántas veces sea necesario. Este caso lo amerita.
Si debo protegerla, olvidaré quién soy. Al fin y al cabo, eso es algo que he olvidado hace mucho tiempo...
No soportándolo más decido hacer la única cosa que es capaz de calmarme últimamente.
Salgo al balcón, dejando que el aire fresco llegue a mi cuerpo y tranquilice mi agobiada alma. Sin embargo, no me resulta suficiente, así que me preparo para saltar el pequeño muro que me separa de mi objetivo.
Justo en ese momento algo logra llamar mi atención.
Una cabellera rubia se asoma por el vecino balcón. Su pálida piel tiembla ante el contacto con el exterior. Lleva puesto un pijama que no la protege mucho de la noche fría de hoy y unas pantuflas de conejito muy graciosas que la hacen ver muy tierna.
Sigue siendo la misma niña de siempre...
Sonrío en mis adentros. No tuve necesidad de buscarla, es increíble cómo ella misma vino hacia mí.
¿Sabrías acaso que estaba pensando en ti, mi niña?..
Observo cómo se acerca poco a poco hacia mi balcón, sin percatarse siquiera de mi presencia. Sólo lo suficiente. Me percato de que está tratando de escuchar algo y me petrifica la idea de que tal vez sea la discusión entre mi madre y el imbécil lo que la ha atraído.
Maldita sea...
Sin pensarlo dos veces, cruzo finalmente el muro que nos divide. Sigue tan absorta tratando de escuchar que ni se da cuenta de nuestra cercanía.
Sabes que no es sólo por eso Rush...
Ignorando a mi conciencia, decido hacer algo para que ella note mi presencia.
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Siempre contigo
Ficção AdolescenteSamantha Sullivan, es una chica de 17 años que no parece tener ningún problema en la vida, salvo uno: Dylan Rush. Desde hace 2 años él parece ser la peor de sus pesadillas y Samantha cree que no hay otra cosa que pueda sentir por él que no sea odio...