4... ALICIA

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La noche del 17 de marzo, quedará marcada para siempre en mi vida.

Una de las peores experiencias que puede vivir un ser humano, sin tener nada que ver en una situación.

Una rubia de 1,80 Cms, aproximadamente, hizo parar mi taxi.

Traía con ella un hermoso vestido color negro, corto, que dejaba ver casi hasta la imaginación.

Porque tanta tentación Dios mío...!!

Cuando la ví, dije wow...!!
Jamás había contemplado tanta belleza en una misma persona.

Será real o estoy soñando...?

Era real, al momento de subir, saludo amablemente.
Por lo cual yo le correspondí con un saludo cordial.

Necesito que me lleve a esta dirección por favor, me señaló.

Pasando un pequeño trozo de papel.

Ok...!! Exclamé.

Guardando el trozo de papel en el bolsillo de mi camisa.

Llegando a la dirección indicada, era una casa color rojizo oscuro.

Me dijo, me puede esperar por favor...?

Haciendo caso a su pedido, decidí apagar el motor del taxi y esperar.

Al cabo de unos 15 minutos, ella salió raudamente corriendo hacia el taxi.

Una mujer de unos cuarenta o cincuenta años la perseguía.

Ella se subió rápidamente al taxi y me dijo, arranque señor por favor me quieren golpear...!!

Yo mirando la situación decidí arrancar el taxi e irme del lugar.

La mujer estaba muy nerviosa.

Rechinaba sus dientes como con gesto de arrepentimiento.

Qué habrá sucedido allí dentro me preguntaba yo...?

Donde la llevo le pregunté...?

Ella toda nerviosa aún, me señaló un pequeño hostal de la ciudad, llamado Cautelas.

Me canceló la tarifa del taxi, se bajó rápidamente y se dirigió a la entrada del hostal Cautelas.

Hice una parada más adelante y pasé a un local de comida al paso, para comprar un sándwich y un café.

Ya habían pasado alrededor de veinte minutos.

Prosegui con mi marcha y avancé calle arriba, buscando pasajeros.

Doble en una intersección, cuando una patrulla de policías, me obstaculizo el paso.

Dos policías sacaron sus armas de servicio y apuntaron hacia el interior del taxi.

Yo levanté mis manos y uno de ellos abrió la puerta de mi lado y me pidió que bajara con las manos arriba.

En ningún momento bajé las manos.

Me lanzaron al piso y me esposaron como si fuese un delincuente.
Yo preguntaba que sucedía, pero nada.
Solo me subieron a un carro policial y me llevaron hasta una comisaría cercana.

Uno de los agentes policiales me dijo, Usted está acusado por cómplice de un doble homicidio.

Yo no entendía absolutamente nada.

Todo lo que diga puede ser usado en su contra.
Tiene derecho a guardar silencio, en seguida le leerán sus derechos y también tendrá derecho a un abogado para que lo defienda.

HISTORIAS DE TAXI - relatos urbanosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora