11... VANESSA

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Me he quedado con las ganas de verte, hoy he pasado por el mismo lugar de siempre, pero nada sé de ti. Quisiera ser menos tímido y un poco más asertivo para pedir tu número de teléfono, pero soy algo torpe a veces y quizás un poco distraído, todo por culpa de tu mirada y esa fresca sonrisa que se dibuja cual arcoiris cruza de extremo a extremo el umbral de tu boca. -lee José en el afiche que está pegado en el borde de la parada de autobús.

-clau, ¿quién crees que sea este chico que dejó este mensaje...? -pregunta José a su amiga Claudia.

-es muy hermoso, muy tierno. Me encantaría que alguien hiciera algo así por mi. -espeta Claudia. -te imaginas fuera para tí -alude José a su amiga.

-me encantaría tener un hombre así de romántico a mi lado, pero sólo quedan pasteles. -añade Claudia haciendo una mueca de desaprobación.

Eres muy exigente Clau, deberías cambiar tu prototipo de hombre ideal. - ¡Mmm! Algo así como tú, ¿por ejemplo? -replica Claudia frunciendo el ceño.

De seguro no te gustaría ser parte de este complemento ¡he! -sonríe fresca mente un coqueto José que es observado por una chica que se acerca a la parada de autobús.

-lo dices cómo si fueras tú el dueño de este cartel. -replica Claudia abriendo sus grandes ojos color marrón.

-pero mira quién viene haciendo su acto de presencia. ¿Que no es tu amor secreto Josesito? -dice Claudia con una leve risa burlona.

-¿va-vanessa? ¿Viene para acá? -dice un titubeante y nervioso José. -lleva días desaparecida sin ir al instituto. -añade José.

-¿que sucede contigo? No me digas que llevas los días contados de Vanessa sin asistir a clases. -espeta Claudia antes de ser interrumpida por Vannesa.

¡Hola! ¿Cómo están? -saluda Vanessa.

¡Hola!... super como siempre amiga -Claudia responde con una agradable sonrisa.

José, Vannesa está saludando, ¿no vas a saludar? Recuerda que me habías dicho que querías hablar con ella. -añade Claudia sin objetar una mueca de su malévolo plan.

-¿en serio? ¿Y de que deseas hablar José? -espeta Vanessa.

Po-por favor no le creas. Esta bromeando. Su naturaleza es así, perversa. -dice José dando una mirada de rechazo a lo dicho por Claudia. -era necesario A-mi-ga. -añade José entre dientes.

-¿Y que es esto? ¿Quién lo ha dejado? No recuerdo haberlo visto antes por aquí -espeta Vannesa mientras lee el romántico afiche. -

Es de un príncipe que busca a su doncella -añade Claudia - ¡wow! Este chico debe estar enamorado para hacer esta locura. -agrega Vannesa.

¡Uhm! ¡Ejem! Y quizás no sea el único. -añade Claudia tapando su boca.

-A qué te refieres, ¿lo conoces? Conoces al chico que hizo este gesto de amor. -pregunta Vannesa.

¡No! -responde Claudia. -pero conozco alguien que está enamorado de ti y se llama José... -dice Claudia dejando un hilo de suspenso que está a punto de cortar la fría densidad del ambiente.

La mirada de José se pierde en el infinito universo de su timidez, en ese preciso momento todo se torna diferente, para José es como si las palabras de Claudia estuviesen dejando un eco continuo en su cabeza, es como si estuviese en un universo paralelo a la espera de ser invadido.

-Su voz hace un eco en el inoportuno silencio, porque justo en el momento en que Claudia dice que José está enamorado de Vanessa, es como si el tiempo se confabulara en contra de él, porque todo se hace silente y Vanessa escucha perfecta y sonora la voz de Claudia.

HISTORIAS DE TAXI - relatos urbanosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora