9... MARIELIS

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Fue una de las semanas más complicadas.
Días muy malos donde no hubo mucho pasajero.
La ciudad tiene mucha competencia entre las empresas de Taxi.
Pero seguía recorriendo las calles sin perder la esperanza.

Me aventuré hacia el aeropuerto principal de la ciudad.
Pues allí llega mucho turista y puede que salga algo bueno.

Ese día había demasiados Taxis esperando tomar turistas, no podía ser peor mi suerte porque el mismo día que yo decidía pasar al aeropuerto a tomar pasajeros, los taxistas se peleaban unos a otros a los turistas.

Yo me encontraba en la cola de los taxistas, en la parte final del grupo.
Así como dice el dicho, lo mejor queda siempre para el final.

Calzaba todo.
Creo que incluso mis chacras estaban todos alineados con mi ser interior, había despertado mi tercer ojo o algo así.

Bueno, al cabo de un par de horas, cuando ya decidía irme a buscar un lugar donde comer.

Allí fue cuando ví unas hermosas piernas y una morena piel que iluminaba gran parte del lugar.
Se conjugaban con el resplandeciente sol que a esa hora pegaba fuerte.

Una silueta me enloquecía la mirada, el pensamiento despertaba y el corazón se aceleraba a full latidos por segundos.

Podía ver cómo saltaba este corazón.

Yo pedía a Dios que por favor necesitase un Taxi.
Pero ella solo me observaba a lo lejos, sin hacer ningún gesto.

Lo primero que hice, fue caminar tímidamente hacia donde se encontraba la joven.

Le pregunté si necesitaba que la llevase a algún lugar.
Pero tan sólo me miró, me sonrió y me dijo.
Qué pena con usted, pero es que en este momento no traigo dinero.
En un descuido mío alguien me a robado una de mis maletas y pues allí traía el dinero guardado.

Ese acento caribeño me mató..!!
Me nublo completamente la mente.
Quedé embobado, encantado.
A primera vista enamorado.

Mi timidez y yo nunca hemos sido compatible, por eso no sabía que hacer, que decir en el momento.

Solo le pregunté si veía a la persona que había robado su maleta.
Pero se perdió entre toda la gente.

En mi poca experiencia que tenía con turistas extranjeros, esta había sido muy buena.
Yo me considero una persona honrada y siempre dispuesto a ayudar a quien lo necesite.
Pero este caso era distinto.

En ese momento, ví que la joven estaba muy complicada y le pregunté si esperaba a alguien más en el aeropuerto.

Ella dijo que no..!!
no conocía el país y tampoco tenía amigos residentes.

En ese momento la miré a sus lindos ojos y le dije que no se preocupase, que yo la llevaría a algún hotel para que se pudiese quedar durante su estadía.

Pero en su hermoso semblante, solo ví una pena que le recorría cada centímetro de su hermosa piel morena.

No tengo donde ir, me dijo..!!
He perdido el poco dinero que había logrado reunir para vivir un par de meses.
Tenía muchas cosas importantes en la maleta y tú entenderás que no es nada fácil sobrevivir así.
Menos si al llegar al país que eliges, te roban al primer paso que pones dentro de él.
Me siento terrible.
Me siento decepcionada.

Yo por mi parte siempre me he considerado una persona de buen corazón, tal cual como me enseñó mi madre.
Dar sin recibir nada a cambio.
Humildad ante todo.
Perseverancia ante la adversidad.

Me presenté ante ella primeramente y le dije que la ayudaría en todo lo que fuera posible. Todo lo que estuviera al alcance de mis manos.

Ella me miró sonriente y me dijo.

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