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Aprovecharon un día en que Fabiana llegaría muy tarde para reunirse todos en la casa, cenarían juntos y luego Sasha llevaría al pequeño a dar una vuelta por el pueblo, mientras Ricardo y Shadi se quedarían en casa en tanto volvían.

Sasha pensó que esa era la mejor forma para no hacer tan incómodo el momento, y así darle espacio al chico de que se sintiera más confortable.

Él mismo preparó la cena ese día, algo muy simple, y si quedaban con hambre podrían calentar una pizza que tenían en el congelador.

Era la primera vez que Ricardo iba a la casa de ellos y Shadi había estado haciendo aseo para dejar el lugar impecable y luego estuvo al menos un par de horas arreglándose, se vistió con un nuevo atuendo bastante femenino que Sasha le había comprado, se soltó el cabello y se puso unos pequeños aros de estrellas que tomó de su madre, se perfumó y luego de mirarse en el espejo una y otra vez bajó hasta la sala para esperar a las visitas.

El inevitable "cómo me veo" sacó una sonrisa a su hermano, y se quedó con dulzura viéndolo por unos instantes, se acercó y le besó la frente.

—Estás hermosa, princesa —le respondió para luego volver a lo que hacía.

Ricardo llegó puntual, Sasha abrió la puerta y se extrañó de verlo solo en el umbral.

—No quiere entrar —comentó indicando con un gesto de su boca hacia los arboles que estaban en la entrada.

Sasha dirigió su vista hacia el lugar y un rostro menudo asomó junto a uno de los arboles.

Fue hasta él y le tendió la mano sin decirle nada, el chico lo miró tímido en la oscuridad y con inseguridad tomó la mano de éste.

—Te presentaré a mi hermano, creo que los dos pueden llevarse bastante bien —comentó Sasha al chico.

Al entrar el muchacho observó todo a su alrededor sin soltarse de la mano de Sasha y cuando vio a Shadi junto a Ricardo, alegre y conversador, vestido algo extravagante y femenino, sonrío con asombro y soltándose fue hacia ellos.

Shadi lo saludó amistoso y pronto estaban ambos charlando sobre diferentes cosas, Ricardo y Sasha los observaron uno con asombro y otro divertido, pues era como estar viendo una típica conversación de chicas.

Ricardo los dejó a ambos y fue a ayudar a Sasha a poner la mesa, seguro que ninguno de los dos lo necesitaba allí en ese momento.

Los escucharon reír desde la cocina y unos minutos después subían ambos las escaleras hacia el dormitorio de Shadi para conversar con más privacidad lejos de los oídos de los demás chicos.

—Parece que se divierten —comentó Ricardo aún sin salir de su asombro.

—Creo que tu hermano más necesitaba de una buena amiga que lo comprendiera —respondió Sasha con tranquilidad.

—Espero que el conocerlos a ustedes lo ayude...

Poco después estaban los cuatro sentados a la mesa conversando animadamente, incluso Gregor, el hermano menor de Ricardo parecía estar divirtiéndose bastante.

Comentaron entre otras cosas el nuevo corte de cabello de Sasha, que si no era totalmente corto, le quedaba muy bien y había provocado los halagos de las chicas de la clase, de las cuales aún era difícil despegarse a veces, cuando éstas le revoloteaban las pestañas a Sasha sin moverse de su lado.

Y Shadi comentó sin algo de celos lo popular que siempre lograba ser su hermano, entonces Ricardo le tomó la mano a Shadi y se la besó, mientras Gregor quedó sorprendido de ver a su hermano hacer aquello, pues no sabía que su hermano estaba saliendo con Shadi.

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