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El que moría de celos continuamente era Franco, quién no soportaba ver a Sasha junto a Ricardo, y no le importaba lo que pensaran sus amigos de él, sólo repetía con frecuencia que estaba enamorado del rudo mellizo, y de constante buscaba formas de incitarlo a armar nuevas riñas con él, pero Sasha no le hacía caso para evitar que lo suspendieran nuevamente o incluso lo expulsaran por una riña, pues no quería dejar sólo a Shadi en la escuela ahora que estaba de mejor animo.

Todos los días el inspector de la escuela les recordaba a ambos que debían cortarse el cabello y como los días pasaban y ellos seguían sin acatar la orden, finalmente decidieron citar a su apoderado.

Para Shadi era un gran golpe tener que despedirse de su hermosa cabellera y el día que les notificaron de la citación él se puso a llorar en el recreo, mientras estaban junto a Ricardo.

—No te preocupes Shadi, algo haremos para evitar que suceda —lo animó Sasha.

—No vendré más a la escuela si me obligan a cortarme el cabello... —sollozaba lamentándose— ...Si mamá se entera no dudará en cortar mi pelo otra vez, no quiero pasar por lo mismo de nuevo; juro que no volveré a salir de mi cuarto si lo hace.

—¿Y qué piensan hacer? Me gustaría ayudar, pero no se me ocurre cómo... —comentó Ricardo, sintiendo pena por Shadi.

—¡Hablaré con el director! ¡Haré que me escuche! —dijo determinante Sasha ante las lágrimas de su hermano.

Ambos lo miraron y decidieron acompañarlo a la oficina del director, sin saber qué es lo que el chico le diría a aquel.

Le costó que lo dejaran hablar con el director, que supuestamente estaba ocupado, pero una vez frente a él hablo sin rodeos.

—Necesito hablar con usted: la normativa de que los varones tengan el cabello corto está haciendo sufrir a mi hermano, y es algo injusto que él tenga que perder algo que ama tanto sólo por un convencionalismo cultural y machista. Mi hermano ya ha perdido demasiadas cosas en su vida, hemos perdido a nuestro padre, a nuestra tía, nuestro hogar cada vez que debemos mudarnos, dejando amistades atrás, recuerdos y partes de nuestra vida, su cabello es una de las pocas cosas que puede aún conservar y sólo por mantener ciertos estereotipos usted está provocando arrebatárselo. Si él tiene el cabello corto o largo ¿qué diferencia puede hacer? ¿Es acaso menos persona por ello? Vea usted mismo como lo está haciendo llorar... Mi hermano es una persona frágil y ya ha sufrido mucho, necesito que haga una concesión con él... se lo pido por favor, señor...

—Son las reglas... —comentó algo dudoso el hombre luego de observarlos a todos, en especial a Shadi que aún lloraba mucho y se veía más femenino aún de esa forma.

—Yo no tengo problema en cortarme el cabello, pero permita que mi hermano mantenga su hermoso cabello, imagine si usted le pidiera cortarse el cabello corto a una chica, seguramente para esa niña sería algo muy triste...

—¿Es por su orientación sexual, verdad? ¿Él tiene una orientación sexual diferente al resto, es eso? —preguntó serio el director observándolos a ambos.

Sasha calló un instante sin saber qué responder, intentaba evaluar como reaccionaría aquel hombre si le decía la verdad. Shadi también observó al director con miedo, su madre se enojaría mucho si se enteraban de aquello.

—Por favor, tal vez estemos solo este año aquí, no queremos ser una molestia, aún no nos hemos adaptado a vivir en un pueblo pequeño, sólo necesito que sea comprensivo con él, además, no queremos llevarle problemas a mi madre...

—Está bien jovencito. Admiro que hayas tenido la valentía de acercarte a mí para entablar esta conversación. Haré una concesión con tu hermano, pero tú te cortarás el cabello, después de todo dijiste que no te importa hacerlo. Mi única condición es que venga con su cabello siempre atado y lo menos llamativo posible ¿entendido?

PrincesaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora