Ella trae vida.

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DISCLAIMER: NADA ME PERTENECE, TODO ES PROPIEDAD DEL GENIO GRRM.

Gendry seguía pensando en la propuesta que le había hecho a Arya la noche anterior y mientras más lo pensaba, más furioso estaba consigo mismo. ¿Qué demonios pensó al proponerle que se convirtiera en lo que más odiaba? Se supone que él la conocía lo suficientemente bien, por muchos años, él había sido el único que conocía su paradero, el único que sabía que Arya Stark estaba viva. Pero por supuesto él había roto su confianza al decirle que se quedaría con la hermandad.

-Esa mala decisión lo perseguiría siempre- pensó.

Pero también se recordó que habían sido unos niños en ese entonces, unos niños que desafortunadamente habían quedado en el medio de la guerra- maldita guerra, pensó Gendry, tantos años y aquí seguimos en medio de eso.

No tenía hambre así que salió del Castillo de Winterfell, las reparaciones estaban en apogeo y él por un momento se sintió mal de no estar ayudando. Pero realmente no podía dejar de pensar en Arya, en lo mucho que había jodido todo. Por fin estaban las cosas bien con ella, más que bien y él tiró todo por decirle que fuera su dama. La única cosa en el mundo que ella no quería, ciertamente estaba jodido.

Se encontró en la madera de los dioses sin saber cómo realmente caminó hasta aquí. Este lugar le daba la paz que en este momento necesitaba. Quería ir y buscarla. No la había visto desde anoche y sintió que debía explicarse. Se pasó las manos por la cabeza con frustración, hasta que una voz lo sobresaltó:

-Lord Baratheon.

Gendry alzó los ojos para encontrarse con el dueño de la voz.

-Lord Stark- logró decir sin tartamudear.

-No soy Señor de nada, ni siquiera soy Brandon Stark más. Soy el cuervo de tres ojos.

Gendry por supuesto no entendió nada.

-Ahora veo todo. Eso es lo que soy- Bran lo miró- La semilla es fuerte.

-¿Disculpe?

-Una de las cosas que se dicen de su casa. El parecido con sus antepasados es sorprendente.

-Eso me han dicho.

-Ustedes tienen la característica de tener muchos hijos.

Gendry arrugó la cara pensando en los muchos bastardos de su padre.

-Sé lo que has vivido con Arya, conozco lo que preguntaste ayer.

-¿Ella te lo ha dicho?

-No necesita decírmelo. Lo he visto.

-¿Qué quieres decir?

-Arya siempre ha sido la valiente, la mujer temeraria e imponente. La guerrera, durante mucho tiempo ha tratado de reprimir su lado humano, incluso ella piensa que solo sirve para asesinar.

-Ella es más que eso.

-Lo sé, pero ella no lo sabe. Tu propuesta solo la abrumó.

Gendry se desplomó con tristeza.

-Ella no me ama. Me rechazó.

-Ella dijo que no quería ser su dama, no que no lo ame.

Gendry levantó la cabeza incrédulo.

-No va ser fácil- Bran le explicó- es demasiado testaruda- Pero si en verdad la amas, deberías luchar por ella. Después de todo tu padre luchó por una mujer Stark a pesar de que ella nunca lo amó. Con Arya es todo lo contrario.

-Voy a buscarla.

-Ella se fue.

-¡Qué!

-Te dije que no sería fácil. Ella tiene asuntos pendientes. Estoy seguro que conoces su lista.

Gendry asintió.

-He visto el futuro Gendry, como se supone que deben ir las cosas. Si en realidad la amas, no la dejes ir.

-La amo, de verdad.

-Lo sé. Tu amor ha hecho que ella decidiera volver a sentir, es por eso que pudo completar lo que se esperaba de ella para asesinar al rey de la noche.

-No entiendo.

-Arya trae la vida con ella. Ella no lo sabe pero lo he visto.

Gendry cerró los ojos tratando de descifrar el mensaje.

-¿Qué quieres decir?

Bran se había ido ya.




¡Hola a todos! Bienvenidos a una nueva historia. Obviamente Gendrya y Braime. Espero les guste y me dejen sus comentarios. Gracias a todos.

The final battle.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora