Chan, Changbin y Jeongin se encontraban comiendo en un local. Chan acababa de salir de su cita con el dentista a la cual sus amigos le habían acompañado. Tenía la mejilla hinchada y la boca entreabierta por la gasa que tenía en donde anteriormente estaba su muela. Estaba todo el tiempo cabeceando mientras que Jeongin se encargaba de detenerlo antes de caer hacia su plato de sopa.
—¡Hyung! —Jeongin le sacudió haciéndole salir de su trance—. Me había asustado, creí que se había muerto —Se quejó.
—¿Alguna vez has visto a un ojo con los muertos abiertos? —arrastro las palabras e hizo un intento por sonar obvio. Definitivamente la anestesia le estaba afectando.
—¿Qué?
—Déjalo Jeongin, el dentista dijo que el efecto de la anestesia se le quitaría en una hora o menos, pero yo creo que ya se le pasó, él es idiota por naturaleza.
Chan lo miró con lo que parecía ser una mirada molesta. Dejó de prestar atención a la plática y comenzó una batalla para tomar la cuchara que había en la mesa. Jeongin dijo algo hacia el mayor y se levantó dirigiéndose a la caja seguido por Changbin. Chan simplemente los despidió sacudiendo lentamente su mano de lado a lado.
—Hola, amor —Daehyun se sentó junto a él y lo besó en los labios.
Repentinamente se sentía sin sueño. ¿Por qué lo había besado? Definitivamente no se estaba quejando, pero ¿Por qué?
—¿A-amor? —Un cosquilleo se plantó en su estómago ante el apodo.
—Has estado muy raro últimamente, ¿Has dormido bien?
—No, he estado muy ocupado estudiando. —Hizo un puchero. No sabía lo que pasaba, pero había que aprovechar.
—Aigoo~ mi pequeño tan estudioso. —Sonrió dulcemente y metió sus dedos calientes y acuosos a su nariz.
—¿Qué haces?
Daehyun no dijo nada y le tapó la boca, impidiéndole respirar.
Sintió una mano halándole el cabello seguido de un grito.
—¿Da-Daehyun? —Estiró sus labios esperando recibir algún beso.
—¡Daehyun mi próstata! ¡Casi te ahogas, idiota! —gritó Changbin.
Fue ahí cuando se dio cuenta de la pasta que había por todo su rostro. —¿Qué pasó? —arrastró las palabras intentando abrir los ojos, la acción complicándosele por la sopa que tenía en sus pestañas.
—Te has quedado dormido y has caído sobre tu sopa. —Tomó una servilleta con su mano libre—. Le dije que se quedara con el mientras que yo iba a pagar —le reprochó Jeongin a Changbin limpiando el rostro del pelinegro con una servilleta, aun sosteniendo su cabeza por sus cabellos.