Estaban los nueve tirados en el césped del patio trasero de la casa de Felix. Todos acordaron en verse a la hora de salida para pasar el rato.Al final tanto Changbin como Chan y Danbi, habían acordado en no asistir a las horas de detención sin importarles la consecuencia que pueda tener su decisión.
Chan después de todo terminó sintiéndose estúpido por haberse molestado con Jeongin y se dio cuenta que al final de todo no estaba siendo diferente a su novia, que lo celaba con cada persona a la que volteara a ver.
—¿Se inscribirán al equipo de básquet? —preguntó Hyunjin mirando a cada uno de sus amigos.
—Si, aunque no sé si me vuelvan a aceptar después de dejarlo justo antes del campeonato. El entrenador me gritó que no quería que volviera con la cola entre las patas el próximo año —Chan se encogió de hombros—. ¿Y tú?
—No lo creo, últimamente he estado más interesado en la pintura que en los deportes así que quizá entre al club de arte —negó con la cabeza y se recostó en el suelo, usando su mochila como almohada.
—Yo quería, pero no voy a poder, mi mamá me regañó por haber bajado mis calificaciones y no quiere que me distraiga de mis estudios ni que pierda el puesto de jefe de grupo por entrar a un club —bufó Jeongin y acunó su rostro entre sus manos.
—¿Qué hay de ti, Daehyun? —Hyunjin llamó su atención.
Todos dirigieron su vista hacia la pelirroja quien paró de comer de su chocolate para ver al más alto. Limpió con la manga de su uniforme el resto del dulce que había quedado alrededor de sus labios y carraspeó antes de hablar—. ¿Cuál era la pregunta?
Seungmin giró los ojos y respondió por Hyunjin. —¿Entraras al equipo de baloncesto?
La chica frunció el ceño. —Uhm, ¿Hay alguna razón para hacerlo? ¿Es una obligación? —dijo a la defensiva, pero aun así contestó—. Tal vez, ¿Y tú, Felix? —se dirigió hacia el mencionado quien estaba a su lado. No le haría mal un poco de compañía.
Claro que aún seguía molesta con él, pero de todos seguía siendo Felix a quien le tenía más confianza.
—Si, aunque no soy muy bueno.