Dependencia

Sombra y Espejo

Tiene miedo....
Todo se había venido abajo tan repentinamente que aún no era capaz de asimilar del todo lo que estaba ocurriendo, no comprendía cómo es que aquel peso se había instalado sobre su pecho.

No lo había sentido nunca antes.

Por supuesto que ella había tenido miedo con anterioridad, era humana después de todo y el miedo es una emoción pero en esos momentos ya no estaba segura de que es lo que estaba experimentando, ni siquiera en Grace Field House se había sentido de esa manera, cuando vio a Conny por última vez, ese mismo momento donde había conocido su realidad, cuando perdió a uno de sus queridos amigos sin poder evitarlo, cuando tuvo que dejar a sus pequeños hermanitos atrás, estar al borde de la muerte después de ser atacada por Lewis; aquella presión no se comparaba con ninguna de ellas.

El sonido de disparos cortaron con aquel tortuoso hilo de pensamientos recordándole que era el peor momento para distraerse de esa manera, ella tenía la responsabilidad de mantenerse alerta para proteger a sus compañeros, encontrar las provisiones necesarias y reunirse con los demás para escapar de aquel horrible lugar.
          
                             ... Ray ...

Estaba segura de que él es quien estaba efectuando los disparos y esa idea solo la puso más nerviosa, Ray siempre tendía a estar en la mira de las situaciones peligrosas, peor aún, era por elección propia, aveces no sabía o no quería entender que pasaba por su cabeza para arriesgar su vida de esa manera tan tontamente audaz... lo detestaba por completo. Sabiendo que las cosas se complicarían tomaron lo necesario y se apresuraron a buscar la salida topándose en el trayecto con Violet y Don, fue en ese momento en el que dejaron de escuchar los disparos, momento en el cual Emma dejó de ser consciente sobre su alrededor y sobre todo de sí misma, sin miramiento, razón o excusa válida retrocedió sobre sus pasos a toda prisa sin pensar en nada más que en volver, algo no estaba bien... ¡Tenía que encontrarlo!.

La pelirroja siguió corriendo pese a los obstáculos manteniéndose centrada en recordar la dirección de donde los disparos habían hecho eco, su audición ya no era tan buena como antes pero aún así se negó a dejar escapar esa claridad; aun cuando fue a dar contra el frío muro más próximo debido a que uno de los demonios que aún se encontraba en la plantación se había propuesto entorpecer su camino, pese al dolor y aturdimiento Emma se puso de pie negándose a permitírselo, hizo todo lo necesario para deshacerse del obstáculo y seguir avanzando pese a las heridas que ni siquiera se había molestado en mirar o reconocer sobre su cuerpo, lo único que le importaba era saber dónde se encontraba Ray, le fue difícil conseguir su ritmo anterior ya que trastabilló un par de veces en la carrera pero no le dio importancia alguna tan solo siguió avanzando por los pasillos segura de que estaba en la dirección correcta, hasta que logró divisar frente a ella algo que desearía jamás haber visto... jamás tener que interpretar.

Sus jades se mantuvieron horrorizados sobre la escena que tenía frente a ella, todo el piso estaba cubierto de sangre, restos de carne destazada, jirones de telas, fragmentos de metal y casquillos de balas, no había duda, era ese el lugar de donde provinieron aquellos disparos que ella seguía con tanto ahínco, él estuvo en ese lugar.

《Tiene que ser mentira... tiene que serlo... Por favor... Ray... ¡Ray!¿Dónde estás?!》

Todavía en shock Emma dio un par de pasos sobre aquella tan macabra y nauseabunda escena sintiendo la incomodidad en el piso sucio, podía notar claramente el ruido que las suelas de sus botas hacían al pisar toda la sangre que impregnaba la superficie, todo era un desastre de cosas apenas reconocibles; por unos segundos una parte de ella se dijo que al estar frente a un cuadro tan caótico no podía tener la certeza nada, o fue así hasta que una vez más cruelmente se estrelló con su realidad, queriendo salir de dudas se acercó con miedo a lo que había atraído su mirada... Aquellos vestigios de tela azul que ella conocía perfectamente.