Capítulo XIV

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¿Se puede seguir?

Tres meses habían pasado, tiempo en el que los días de Valentina pasaron a ser descargas eléctricas, baños a presión y manipulación mental; estaba visiblemente más delgada y sus ojos azulados habían perdido brillo, además de que ahora eran adornados por manchas oscuras debajo de estos. Casi no comía, excepto cuando Juliana la obligaba hacerlo, dormir era ahora sólo un recuerdo. Las cosas cada vez se estaban volviendo peores, tenía alucinaciones, se mareaba con facilidad y mantenerse en pie por si misma era casi un logro.

— Ya no puedo — Habló con dificultad — Juliana, ya no puedo, no quiero seguir

— Val te prometo que todo va a estar bien, sólo debes aguantar un poco más — Trataba de tranquilizarla sobando suavemente su cabello — Una semana más y ya no estarás aquí, podrás escapar, te lo juro

— ¿Y tú? — Preguntó sujetando su mano con toda la fuerza que podía — Tienes que venir conmigo, para que vivamos juntas y felices por siempre

Por mucho que a Juliana le doliese aceptarlo, sabía que aquella fantasía no iba a poder ser posible, ese trabajo en el asilo es lo único que ha conocido y probablemente lo único que podrá conocer; sin mencionar el mundo que las esperaba si lograban escapar, ninguna persona entendería su amor, Valentina estaba ahí por haber sido encontrada con otra mujer. En ésa ocasión Juliana podría ayudarla, ¿Pero si salían y las atrapaban a las dos? Estarían perdidas.

— Espero que esté lista, señorita Carvajal — Se escuchó la voz del director interrumpir el silencio que se había creado en la habitación — Hoy iremos directamente con su sesión de relajación

Esa frase siempre le había causado gracia a Valentina, ¿Cómo podría estar lista para que alguien jugase con su mente? ¿Cómo eso podría llamarse "relajación" cuando metían ideas a su cabeza que ella no quería tener?
Sin más se levantó y con dificultad empezó a caminar, a dirigirse a una parte de su tortura y probablemente la peor. Al llegar a la oficina de Corona, Valentina se dejó caer en el sofá, en ocasiones hasta respirar le causaba un dolor mortal.

— Mi niña, sabes que estás haciendo mal, sabes que no es natural que te gusten otras mujeres — Otra vez aquella piedra rojiza comenzó a moverse de un lado hacia el otro frente a sus ojos — Sabes que lo que tu quieres es formar una familia, con un hombre, necesitas estar más tiempo aquí

— Necesito estar más tiempo aquí — Repitió en contra de lo que su mente le decía — Yo quiero una familia... Con un hombre — "¿Qué dices Valentina? Tu quieres una familia con Juliana" le repetían sus pensamientos incesantemente, como una especie de oración

— Eso es todo, te tengo una sorpresa

Esa fue la sesión más corta que había tenido hasta ese momento. Con cuidado se levantó y siguió al director hacia lo que reconoció como la sala de visitas. Ahí se encontraba Lucía, quién se levantó con lágrimas en los ojos al ver a Valentina, se dirigió hacia ella y la abrazó fuertemente; Carvajal no pudo reaccionar de inmediato, pues aquél abrazo le cayó como un fuerte golpe de la realidad, le devolvió el abrazo y de igual manera comenzó a llorar mientras escondía su rostro en el cuello de Lucía. 

— Muchas gracias doctor Corona, creo que ya es hora de que Valentina regrese a casa — Dijo Borges secando las lágrimas del rostro de su hijastra

— Necesito más tiempo aquí, aún me gustan las chicas — Respondió Valentina sin poderlo creer, ¿Había sido su voz la que había dicho tremenda idiotez? — Yo... Aún no estoy lista Lucía

Y esa fue su condena, pudo hablar más con Lucía, pero en ningún momento contadijo aquella frase, ella misma había pedido quedarse en ese infierno. Había sido su voz, pero no quería eso, no necesitaba quedarse más, ¿O sí?

SIN ESCAPE || Juliantina Donde viven las historias. Descúbrelo ahora