gogobebe; yugbam

suit & tie.

(Yugyeom's POV)

Desperté repentinamente en una cama que no era la mía, miré a mi alrededor, la habitación era de un color crema con tonos cafés, daba la impresión de ser acogedora y elegante al mismo tiempo. Miré debajo de las sábanas, solo llevaba puesta mi ropa interior y a mi lado había una persona con cabellera morada.

¿Cabello... morado?

–¡Aaah!- grité fuertemente al caer en cuenta de la persona a mi lado, la cual me miró extrañado y con el cabello revuelto.

–Si siempre despiertas gritando, entonces comenzaré a comprar tapones para los oídos.- dijo con su típico tono relajado, solo que esta vez se escuchaba un poco ronco.

–¿En dónde estoy?, ¿por qué estoy aquí?, ¿qué pasó?

–Tranquilízate, haces demasiadas preguntas y es muy temprano en la mañana para usar mi cerebro.- lo miré molesto. –Tengo hambre, ¿quieres pizza para desayunar?

–¿Al menos responderás mis preguntas?

–Funciono bien hasta las nueve de la mañana, si gustas esperar, no tengo problema.- rodé los ojos. –¿Quieres la pizza con piña o peperonni?

–Olvídalo.

–Bien, peperonni entonces.- dijo marcando un número en su teléfono. –Oye, ¿a dónde vas?- me preguntó cuando comencé a vestirme.

–Sea lo que sea que hayamos hecho anoche estuvo mal, estaba ebrio y tengo una resaca insoportable. Además, tengo un compromiso con mi hermana.

–Si te refieres al delicioso sexo de anoche, admito que no lo disfruté demasiado, estabas muy ebrio, así que eras algo torpe.- rodé los ojos ante su cinismo. –Aunque también tuve la teoría de que siempre fuiste el de abajo, de ahí tu inexperiencia.- lo miré sorprendido mientras sentía el calor subir por mis mejillas.

–¿Qué?

–Creo que esa respuesta lo confirma, descuida, si te sientes más cómodo como pasivo, la próxima vez podemos cambiar.- dijo relajado, sosteniendo su teléfono aún junto a su oído.

–Oye, yo no...

–Buenos días, ¿es Pizzas Castillo?- mis ojos volvieron a rodar, mientras soltaba un suspiro resignado, esperé a que Bambam ordenara su pizza para después volverle a reclamar.

–¿De verdad siempre eres así de cínico?

–Escucha Gyeomie, sólo tuvimos sexo, no cometimos homicidio.- dijo mientras se colocaba su pantalón.

–Aún así, no creo que...- Bambam volvió a interrumpir mis palabras poniéndose frente a mi y dirigiendo mi mentón hacia su rostro con sus dedos lo que provocó que nuestras miradas se encontraran.

–Si tanto te molesta, entonces no hablaré del tema.- fue lo último que dijo antes de juntar nuestros labios en un suave beso, abrí mis ojos de par en par ante la sorpresa, pero antes de que pudiera hacer algo, se separó inmediatamente. –Te prepararé algo para la resaca.

No contesté nada, seguía sorprendido, el sonido de la puerta siendo cerrada por Bambam fue lo que me sacó de ese estado. Dirigí mis dedos hasta mis labios, tratando de terminar de entender la sensación.

Los labios de Bambam... son suaves.

Llegué al departamento después de tener un incómodo desayuno (al menos mi parte) junto a Bambam, donde él me contaba sobre los cambios que quería hacer en mi, no presté mucha atención pues mi mente estaba divagando en lo que había pasado esta mañana.