-Hyung.- alcanzó a murmurar Yugyeom cuando el mayor se acercó hacia él con una típica sonrisa burlona.
-Así que de verdad están juntos, quien diría que me reemplazarías de esta manera, Yugyeomie.- Bambam notó la tensión en el cuerpo de su menor, por mucho que quisiera golpear la cara del tipo que atormentaba al muchacho, estaba en servicio y eso no sería muy profesional de su parte.
Sin embargo, la opción de golpearlo seguía en consideración.
-Señor, me parece que le pedí esperar afuera de la sala de pruebas, por favor, retírese, o me temo que deberé llamar a seguridad.- Jinyoung miró a Bambam con incredulidad.
-¿No te lo dijeron? Ninguno de tus diseños fue aprobado por la novia, así que se decidió ir a otra tienda, lamentamos haberte hecho perder tu tiempo, pero el señor Kim no quiere que el diseñador de los trajes tenga algo que ver con la escoria de su hijo.- escupió las últimas palabras llenas de odio y veneno, Jinyoung siempre hacia más daño con las palabras, Yugyeom agachó la mirada, mientras Bambam lo acercaba a su cuerpo, le hervía la sangre, pero debía mantener la calma o Jinyoung ganaría.
-Me parece perfecto, en ese caso, pueden retirarse de mi tienda y si cambian de opinión, siempre serán bien recibidos de nuevo.- Jinyoung asintió, aunque Bambam parecía imperturbable por fuera, ya había golpeado cien veces el rostro de Jinyoung en su mente. El mayor pasó su mirada de Bambam a Yugyeom, suprimiendo una sonrisa de autosuficiencia, pues al menos había logrado su objetivo de afectar al muchacho.
-Vámonos, Yugyeom.- habló con firmeza, el menor estaba a punto de ceder cuando Bambam lo abrazó con fuerza. Se acercó a su oreja y le susurró.
-Sé que no puedo detenerte ahora, me comunicaré contigo tan pronto pueda.- acarició su cabello y dejó un beso en su mejilla. -No dejes que ese idiota apague tu brillo, bebé.- las mejillas de Yugyeom se encendieron, miró a Bambam directamente a los ojos, perdiéndose en el color verde de estos, era algo que destacaba en él, sin embargo, Yugyeom nunca había podido observar el verdadero color de los ojos del tailandés. De repente, un estruendoso ruido lo volvió a la realidad, Jinyoung ya no estaba en la habitación y gritos furiosos se escuchaban en el pasillo.
-Señores, si siguen comportándose de ese modo me veré obligada a llamar a seguridad.‐ la voz de la chica que intentaba nivelar la situación era firme, pero al mismo tiempo amable.
La escena frente a sus ojos era increíble, pues Jaebeom había llegado a la prueba de trajes, pero Jackson no parecía muy feliz de verlo.
-Cariño, ya basta.
-¿"Cariño"? Jaebeom, ¡al diablo! Me mentiste, idiota, ¿cómo crees que debí haber quedado frente a tu familia? De por si, tu hermana aún me odia.
-Jackie, no es eso.
-¿Entonces qué es?- los ojos de Jackson se llenaban de lágrimas, mientras Jaebeom aunaba paciencia para no explotar frente a su pareja y todos los clientes de la tienda.
-Hyung, ¿qué está pasando?- Yugyeom se acercó mirando de reojo a todos los clientes observando el espectáculo que brindaban sus amigos, era incómodo a más no poder, pero debía detener el conflicto rápidamente, antes de que la situación se saliera aún más de control.
-Creí que ya no te avergonzaba...- Yugyeom sabía que Jackson podía llegar a ser algo dramático, sin embargo, parecía genuinamente herido.
Yugyeom miró a Jaebeom y este último le dio una mirada de súplica, ahí lo entendió, él no había hecho nada malo, o quizá nada de lo que tuviera cargo de consciencia.
-Jacky, mi amor, te lo suplico, no era mi intención lastimarte.
-Nunca lo es, Jaebeom, y el hecho de que me ocultaras este evento solo reafirma las palabras de Mark.
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gogobebe; yugbam
Rastgele"-Esta bien no estar bien, ¿sabes a lo que me refiero?- preguntó el peli-morado mientras dirigía la copa con la última gota de vino hacia sus labios. -No exactamente..." Yugyeom necesita superar a su ex, y un descarado tailandés se encargará de ayud...