–Vamos hyung, contesta, por favor.- decía con voz rota ignorando el ruido fuera de su habitación. Estaba harto, sabía que no podía hacerlo.
Buzón de voz, la llamada se cobrará desp...
–Mierda.- colgó la llamada para después volver a intentarlo. Las lágrimas sobre su rostro no se detenían, y los constantes golpes contra la madera de su puerta ya lo estaban sacando de quicio. Quería desaparecer.
–¿Yugyeom?- contestó Jackson del otro lado de la línea.
–Hyung...- alcanzó a decir entre sollozos.
–¿Estás bien? ¿Qué pasa?
–Yo... descubrí algo y... ya no estoy seguro de seguir con todo esto.
–¿De qué hablas? ¿Yugyeom?- preguntaba Jackson preocupado, mientras el menor terminó por concentrarse en sus sollozos, colgando la llamada.
Horas antes...
(Yugyeom's POV)
En algún momento dejé de escuchar cualquier otro sonido que no fuera el chasquido de nuestros labios así como los gruñidos que Bambam soltaba de vez en cuando, sólo éramos él y yo, de lo que no estoy seguro es el cómo terminé con mi espalda contra la pared y mis piernas alrededor de su cintura, pero a estas alturas, eso era lo que menos me importaba.
–Bamie...- gemí cuando sus dientes se clavaron en mi clavícula. Soltó un gruñido antes de regresar a mis labios y besarlos con fiereza. No sabía qué era lo que pasaba conmigo, y aunque ya me he acostado con Bambam, gracias a mi estado actual de sobriedad, se sentía correcto. Estaba a punto de mandar todo al diablo cuando un ronco carraspeo me lo impidió, Bambam y yo nos quedamos paralizados al caer en cuenta de lo que pasaba.
–Joven Kunpimook, el señor Kim me había pedido que lo recibiera de la mejor manera, pero veo que se me adelantaron.- habló con elegancia. En ese momento empujé fuertemente a Bambam y traté de arreglarme un poco; sentía mis mejillas arder, maldita sea.
–Lo siento Ahjussi, nosotros sólo...
–No creo que éste tipo de situaciones necesite explicación alguna, joven Kim.- me limité a bajar la cabeza avergonzado. –Jungkook lo espera en la sala, quiere hablar con usted.- levanté mi vista del suelo, mirando con curiosidad al hombre mayor frente a mi. –Dijo que es importante.- asentí levemente e hice una reverencia antes de retirarme, Ahjussi más que la servidumbre de mi padre, siempre lo vi como un abuelo, pues además de educarme la mayor parte de mi vida, sus enseñanzas siempre estaban llenas de sabiduría; es gracioso de cierta manera que un sirviente me conozca mejor que mi propio padre. Miré hacia atrás encontrándome con la mirada penetrante de Bambam, solté un suspiro para después seguir mi camino, ignorando el temblor que esos ojos provocaban en mis rodillas.
Habíamos perdido el control hace rato, ¿debería admitir que me encantó y espero que se vuelva a repetir?
En mi camino hacia la sala, pase por un pasillo, donde un enorme espejo horizontal me mostró el desastre que era, mis labios estaban brillantemente rojizos, los primeros tres botones de mi camisa estaban abiertos en donde podía observarse una marca roja, que probablemente cambiaría a morada dentro de un tiempo, justo en mi pecho y casi podía asegurar que mi cabello se había convertido en un nido de arañas, decidí arreglar lo que más podía de mi persona en ese momento, estaba cerrando los botones de mi camisa cuando lo escuché llamar mi nombre.
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gogobebe; yugbam
Random"-Esta bien no estar bien, ¿sabes a lo que me refiero?- preguntó el peli-morado mientras dirigía la copa con la última gota de vino hacia sus labios. -No exactamente..." Yugyeom necesita superar a su ex, y un descarado tailandés se encargará de ayud...