El último estante » Min Yoongi [#1] [Completa] ✔️

Capítulo 08 💖

Ligas de colores

***

Algo cae a mi lado, no puedo verlo porque estoy de espaldas y tratanto de retomar el sueño que hace tan solo un segundo me fue arrebatado. De repente rodean mi cintura y algo se pega en mi espalda. Por fin me doy la vuelta, y ¡maldita sea, es Shelmy!

—¿Qué mierda...? ¿Qué haces aquí? —Le doy la espalda nuevamente; no quiero verla, sé adónde va todo esto.

—Yoongi, mi buen amigo Yoongi. —Aprieta más cintura. Creo que un poco más y está por besarme la espalda.

—Vete a la mierda.

—Dijiste que me ibas a acompañar al odontologo. Vamos, he venido por ti. —Me llama la atención el tono suplicante y chillón con el que habla.

—¡Yo no he dicho nada! ¡Largo!

—Yoongi. —Suplica—. ¿Te doy una Yoongigalleta? Estoy usando un tono lindo, aprovechalo. ¿Te gustan las cosquillas? Te haré cosquillas. ¿Cosquillas en la pancita? Bien, eso haré.

Las puntas de sus dedos recorren los costados de mi cintura como si fueran hormigas. Hago un esfuerzo para no reírme cuando por un momento sus dedos suben a mi cuello. Me muevo un poco, trato de apartar sus brazos de mi cuerpo y darle uno que otro codazo. Joder, no puedo.

La escucho reír.

Finalmente me devuelvo a la estúpida de Shelmy. Pretende ser dulce con su sonrisa de hoyuelos. De acuerdo, es lo único interesante que tiene. Usa jeans ajustados y rotos en las rodillas. Una playera negra con un montón de groserías en inglés al frente. Chaqueta negra y zapatos del mismo color. Tiene un fino listón negro en la cabeza y milagrosamente, hoy dejó a un lado sus ondas del cabello.

—Quita tus brazos de mi cintura. —Ordeno. Encoge los hombros, y por un milisegundo cierra los ojos, sonriente. Es entonces que sus brazos me aprietan más y pasa una pierna sobre mí.

Qué bello, ¿cuándo entramos a este nivel? Noten el sarcasmo, por favor.

—Uy, cintura de avispa. Qué hombre.

—Son las putas ocho de la mañana y tú vienes a joderme con eso.

—Son las diez, anciano. Ow, vamos, será divertido. —Bufo. Por supuesto que no lo será; tendría que verla acostada abriendo la puta bocaza mientras le meten los dedos —. Te compraré el desayuno. Si no te gusta, puedo hacerlo. No saldrá tan bueno, pero irá con amor. Oh, y mi odio por ti. Seré tu esclava, ¿vale? ¡Di que sí, Min Yoongi!

—¿Mi esclava sexual? —La miro travieso.

—Ten cuidado, soy como la eroína; te dará adicción y no acabarás bien. —Una risita se me escapa. Obvio no hablo en serio—. ¿Eso es un sí?

—Deja de hablarme con suavidad, me da repeluz.

—De acuerdo, perra. Levanta el culo y ve a lavarte las bolsas. —A eso se le llama cambio de raíz.

Me incorporo y me arrastro con toda la pereza del mundo. No me importa pasar sobre ella, tanto que mi trasero se queda estancado en su estómago, recargando todo mi peso sobre su cuerpo. Rio por lo bajo.

—Maldición, Yoongi, bájate. Pesas. —Se queja entre risas leves acompañadas de incómodidad—. Joder, tus huesos pesan.

—Si quieres que te acompañe espera. Tengo una pereza que no me aguanto. —Sonrío como un tipo drogado.

—Noo... —Su voz tiembla de la desesperación—. Tu huesito del coxis me está fastidiando. Yoongi...

Me acuesto sobre Shelmy, cruzo los brazos y espero relajarme. No está mal, eh. Excepto que su cara no tiene idea de lo que es ser una buena almohada.