Capítulo 41 💖 | Final

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Recuerdos en el último estante

***

—¿En serio no vas a ir? Se irá hoy.

No respondo, Namjoon ya sabe la respuesta. Me limito a mirarlo con esa mirada enfurecida que llevo teniendo desde hace días. No voy a mentir, quiero ir a verla y decirle un montón de tonterías cursis porque esa tonta tiene el poder de que yo pueda decir un millón de ellas, pero no iré. No iré porque estoy molesto de que no me lo haya dicho. La rabia me puede más. Y debe ser muy tonto. No obstante, no dejo de pensar en que no me dijo nada, ni una puta cosa. ¿Por qué? ¿Acaso no le importo lo suficiente? ¡¿Por qué cojones no dijo nada?!

Sé que se irá hoy porque se los dijo a los muchachos, ellos están a punto de marcharse al aeropuerto. Debería estar encerrado en mi habitación sin prestarle atención a nada, absolutamente a nada. Pero estoy aquí, en el puto sillón escuchando las insistencias de estos dos. En el fondo disfruto que me insistan. Sin embargo, el orgullo sigue allí.

Namjoon suspira. Está sentado a mi lado.

—Piénsalo bien, no te queda mucho tiempo. Al menos creo Shelmy sí querrá despedirse de ti... A Heajung ni siquiera le importó.

Volteo a verlo de pronto. Es la primera vez que la nombra así, directamente. No volvió a mencionarla después de que se fue.

—Nosotros ya nos vamos —anuncia Hoseok de pie, señalando la puerta detrás de él, y al parecer algo titubeoso por si vaya a tener una actitud molesta con él.

Como sigo con la mandíbula apretada, los chicos lo toman como una clara respuesta. Se van sin decir más, quizás preocupados por mi caprichosa actitud.

Y así los minutos empiezan a transcurrir y me empiezo a plantear la idea de que si realmente lo que hago está bien. Despedirme de ella será peor; no la volveré a ver, ella hará su vida en California y yo aquí. Quizás conozca a alguien, quizás yo también lo haga. Una despedida solo me hará sentir peor.

Me aterra desperdirme de ella porque sé que al último minuto no voy a querer dejarla ir.

Me estuvo llamando los últimos, sus insistencias pasaron todas mis expectativas. Admito que no creía que Shel llegara a insistir tanto, pero siempre estaba yo de orgulloso. Ya no es solo el hecho de que me lo haya ocultado, es que siento que no tiene caso seguir con ella cuando siento que esto no pasará a más. Las relaciones a distancias son una mierda, una mentira, tarde o temprano alguien se cansa. Y si puedo cortarlo de raíz desde ya, lo haré.

Ahora me siento ridículo por hablar del primer amor y toda esa mierda.

Cuando menos me lo espero me doy cuenta que ha pasado bastante tiempo, que falta poco para que tome ese puto avión. Eso me aterra.

No busco entrenerme con la televisión, el teléfono o algún libro; porque sé que no va a funcionar. Solo pienso en Shel.

¿Y si de pronto sí funciona? ¿Y si de pronto todo sale bien? ¿Qué tal si puedo esperarla? ¿Qué tal si soy yo el pesimista?

Doy vueltas por toda la sala mientras todas esas preguntas intentan hacerme flaquear.

Esto es estúpido, siento una maldita melancolía dentro de mí.

Maldición, Shel.

No me queda casi nada de tiempo.

Agarro el jodido abrigo, mis llaves y salgo a toda prisa del departamento. Si me pasa un carro encima seré el tipo con la mejor suerte del mundo.

Llego a la principal con la adrenalina palpitando mis orejas. Maldigo entre dientes cuando los taxis pasan por delante de mis narices sin hacer una estúpida parada.

El último estante » Min Yoongi [#1] [Completa] ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora