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Ya casi podía ver el departamento, pero le pido amablemente a Anthea que me dejara unas cuantas cuadras antes, por suerte así lo hizo, pero claro que no sin antes enviarle un mensaje a su jefe diciéndole que lo hacía. Bajo y me despido de aquella mujer la cual solo asiente con la cabeza. Comienzo a caminar en dirección a mi nuevo departamento, veo que el carro negro se pierde en el horizonte entonces yo de inmediato volteo sobre mis talones y me voy en sentido contrario al que debía ir, aún no quería llegar al departamento y si puedo ser sincera era más que nada para molestar un poco a Sherlock porque según entiendo esperar le aburre. Las calles están un poco más oscuras de lo que esperaba, habrá pasado mucho tiempo desde que pise el suelo de Inglaterra, eso me recuerda que no he probado bocado alguno en casi dos días, de echo sería dos días sino como nada hoy día, además que no he dormido absolutamente nada durante el transcurso de estos dos días, aunque eso realmente no me afecta tanto ya que como dije antes, la mente sobre el cuerpo, se controlarme, por suerte.

¿Donde estas?

                              -SH

Estoy aburrido.

                              -SH

No tardes, me puedo arrepentir.

                              -SH

Bien, conseguí que Sherlock se fastidiara aunque sea un poco, por que en serio que este hombre no es muy paciente que digamos, ciertamente me da gracia. Las luces del centro principal de Londres hace que todo este bajo una tenue luz, veo de reojo una cámara de seguridad que se mueve mientras que yo camino. Al parecer Mycroft Holmes se acaba de entrar que decidí irme en dirección contraria al departamento, en definitiva es una persona que sabe hacer las cosas muy rápido. Sigo caminado de largo como si no hubiera visto absolutamente nada, otra cámara se mueve en mi dirección y sin poder evitarlo una sonrisa ladeada aparece en mi rostro, esto será mejor de lo que había pensado en un primer momento. Paso esa cámara de seguridad y me doy cuenta de que una tercera ahora me esta enfocando, tengo que perderme de alguna manera, solo con el fin de molestar al señor Holmes, lastima que no podre ver su cara cuando desaparezca. A lo lejos veo un conjunto de personas, para ser más claros, un grupo de turistas, todos franceses. Me mezclo con ellos pero aún la cámara me sigue apuntando, veo que un hombre alto con cabellos rubios y ojos azules, aquel caballero que no pasa de los treinta años lleva una gran mochila y colgada a ella un paraguas que muy fácil la podría agarrar.

- ¡Regardez, la reine! -Grito lo suficientemente fuerte para que todos los turistas me oyeran y señalo a cualquier parte.

Todos comenzaron a moverse y a sacar sus cámaras para poder tomar le una foto a la reina, aquel hombre no fue la excepción, me muevo lo suficientemente rápido y saco el paraguas de su mochila, me adentro dentro de un callejón que está a mis espaldas, me escondo en la oscuridad y observo el rostro de decepción de todos al ver que la reina no está en ningún lado, ellos siguen caminando, el hombre no notó nada, nadie notó nada. Me dirijo a la salida de aquel callejón que sale a otra parte de ciudad, la tenue luz del centro de Londres inunda las calles otra vez, abro el paraguas y comienzo a seguir mi camino a quien sabe donde, me confundo con el resto de personas que hay en la calle, no me pueden diferenciar entre la gente, ya que el paraguas me cubre y me hace una más de la multitud, es mi disfraz. Veo una cámara de seguridad y esta no se mueve, sigo caminando y esta sigue en la posición inicial, al parecer Mycroft Holmes me perdió el rastro, una pequeña risa mía rompe mi silencio al imaginarme la cara sorpresa de este, y luego la de Sherlock fastidiado, es divertido molestar a los hermanos Holmes, en definitiva. Aunque llego el momento de volver al departamento pues aun me tiene intrigada la propuesta que el mismísimo Sherlock Holmes quiere hacerme.

Somebody to die for © (Sherlock bbc fan fic)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora