El Origen de los Mundos

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Toda historia comienza con su origen. El saber de dónde provino y hacia dónde va, es un elemento importante para comprender una o varias civilizaciones.

Levia se caracteriza por ser un planeta cuyos habitantes poseen su propio culto hacia una entidad creadora. Los nativos se refieren a ella como La Niña Azul, nombrada así por las grandes cantidades de relámpagos que caen desde su cielo. Aunque en sus Giaolotnas más antiguas se le nombró Ainin, se desconoce en qué momento se realizó el cambio de nombre. Sin embargo, no existe norma alguna que exiga dirigirse a su creadora con un nombre en específico.

Los relámpagos en el cielo suelen interpretarse como manifestaciones de Ainin, Las hermanas de la Cianetsixe interpretan la lluvia que suele acompañarle como un llanto por la traición de sus hermanos

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Los relámpagos en el cielo suelen interpretarse como manifestaciones de Ainin, Las hermanas de la Cianetsixe interpretan la lluvia que suele acompañarle como un llanto por la traición de sus hermanos.

La cultura leviatana destaca por ser rica en mitologías y anécdotas que explican su historia de forma trágica. Cánticos que pasan de generación en generación, preservando sus raíces.

Uno de los cánticos leviatanos más populares es El Origen de los Mundos, que se escribió basándose en los testimonios de distintas Hadas Valkiryas (leales guerreras que sirven a la Reina) que fueron testigos de las primeras batallas que acontecieron al planeta.

Aquí tienes el cántico completo en español:

Hace tiempo atrás,
Cuando el todo era nada,
Una lucha divina yacía
Que trajo la vida como consecuencia.

Ainin, la Niña Azul, entidad eterna, madre de mundos y estrellas, adimensional a voluntad, vive presentes, pasados e impide futuros por el bien de su hijo el Universo.


En su soledad, creó a su hermana Elinea
a través de un espejo para así gozar de compañía. Juntas, crearon la cianetsixe que todos conocemos. Crearon el día y la noche, la vida y la muerte, el tiempo y el espacio.

Ainin había sido traicionada por su hermana, quien, necesitada de poder, hizo uso del espejo para crear una versión masculina de su gemela, llamada Mhich'Tlak,
Así planeaba desterrar a su hermana y poseer su creación.

Él era todo lo opuesto a la Niña Azul, contaminó de su oscuridad diversos mundos e incluso destruyó otros por placer.

Heredero del hambre de poder, asesinó a Elinea y la resucitó volviéndola un agujero negro, condenada a vivir en la oscuridad, siempre hambrienta.

Mich'Tlak buscó para atacar a la Niña Azul. Ella aprovechó distracciones de su maquiavélico gemelo tomando algunos mundos y guardándolos en su vientre. Temiendo por el fatal destino que se avecinaba a manos del hermano destructor.

Ella conjuró una destrucción de todo lo que había creado y aprisionó a Mich'Tlak en él. La explosión envió gran parte de la cianetsixe a un dominio siniestro.

Entre sus restos, la Niña Azul volvió a alzar a su hijo con los pocos planetas llenos de vida que pudo salvar.

En su afán de olvidar la amargura recién vivida, con sus lágrimas dio a luz un mundo de criaturas con habilidades increíbles, y con el suspiro de su tristeza, brindó al resto de los planetas la vaga idea de su nueva hermana, Levia.

Juró que ahí sólo vivirán sus más dulces y puros sueños al igual que sus más pútridas y dolorosas pesadillas. Al llevar una parte íntima de su ser, se volvió su planeta favorito. Celosamente y con el temor de que la sombra de Mich'Tlak siguiera ahí, decidió esconderlo.

Era así como La Niña Azul le protegería de aquellos que intentaran llegar y hacerle daño a Levia.

Levia era un mundo único, en él habitaban seres creados por la sana vanidad de su espejo, quienes nombró Hadas. A los demás seres, les dio nombres acorde a su naturaleza.

Terminando su labor, cerró los ojos para gozar de un profundo y longevo descanso. Su mente onírica se volvió los ojos y oídos de Levia. Es salvadora, es destructora, es vigilante.

Mientras tanto, la vida leviatana comenzaba a cantar...

El origen de los mundos es, más que un cántico, es el documento más completo sobre el origen de la civilización leviatana que se haya registrado. Es el único cántico que se escribió en esa época. Se cree que es apartir de este periodo donde se le empieza a dirigir a Ainin como La Niña Azul.

A lo largo del texto se pueden apreciar un sin fin de aspectos que sirvieron como base para el desarrollo de su cultura. A continuación, se muestran los más relevantes:

La cianetsixe es un plano concreto de todos los seres que existen en el universo. Opuesto a escencia, la cianetsixe permite tu presencia, pero no impide la ausencia de la misma, siempre y cuando otro ser te la arrebate. En otras palabras, es una realidad, una dimensión, como la nuestra. Las leviatanas creen que después de que La Niña Azul apartara a Mich'Tlak de su hijo el universo, éste fue enviado a otra cianetsixe, y en su desesperación por salir de ahí, ha provocado diversos cruces con la realidad de Ainin. De este modo, las Leviatanas iniciaban el estudio de alteraciones espacio-tiempo.

La leyenda de la Niña Azul y sus hermanos (o gemelos, como gustes llamarle) expresa el origen de la vida. Aunque para nosotros es el Big Bang, las leviatanas aún están algo 'primitivas' en el estudio astronómico (algo lógico para ser una civilización joven pero sorprendente para los temas que estudian). Con el paso del tiempo profundizaron más en su origen, pero por lo mientras, adoptan esta leyenda como verídica gracias al culto que le tienen.

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⏰ Última actualización: Jan 06 ⏰

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