Un Cambia-formas Y Un Humano. || Jaeyong.

Capitulo XI "Ayúdame"

La gente piensa que comúnmente naces y tiene el dominó total de tu animal esto era erróneo, totalmente los cambia-formas al nacer tiene poco dominó y poder sobre su lado animal en especial los dragones ya estas tienden a ser bestias feroces bajo el cuerpo de un humano, Normalmente hay más problemas entre los años 13 a 20 años donde las reberldia se desata y sale al flote el omega, beta y alfa dentro de cada cambia-formas pero para Taeyong no fue hacia el jamás tuvo una edad de rebeldía ¿Si quiera tuvo vida de niño? Lo único que recuerda Taeyong es a su maestro diciendo cosas para nada divertidas sobre historia, matemáticas y ciencias materias que no le importaba en absoluto, Más cuando veía a cada niño correr allá afuera pensado en lo genial que sería ser uno de esos niños.

¿Pero? Exacto el era el hijo de un gran alfa y tenía que asumir tal puesto así que Taeyong tuvo una infancia dura e incluso pesada para un pequeño dragón, Con el tiempo esa vida "Pesada" o activa se volvió un día a día algo sumamente normal que podía hacer toda la vida ese dragón creció bajo los cuidados estrictos de su padre siendo llenado de disciplina frente a cada figura importante o desconocido. Jamás hubo un bonito lado de Taeyong y cuándo su jerarquía salió dando un alfa de sangre pura su padre saltó de alegría, Es que según él había criado a un verdadero hombre y también bestia fue quizás por eso que Taeyong jamás tuvo esa rebeldía e inestabilidad emocional. Pero ahora se encuentra sellado de dudas o bueno estaba sellado de dudas ya que seguía durmiendo pacíficamente en el interior mientras su lado animal seguía afuera.

Lo cual era peligroso ya estos eran pocos éticos y digamos que seguían sus instintos sobre todo, Cosa que un líder alfa nunca debia hacer siempre tenían que evaluar la situación y, buscar la solución más conveniente para el y su manada pero ¿¡Cómo hacerlo!? Si se encontraba durmiendo literalmente el pobre dragón hacia todo si consultar a su parte humana ya que está no reaccionaba por estar bajo su sueño. En cambio lo que no sabían ni el dragón ni el humano es que estar en ese estado causaba daños hacia ambas partes por igual y eso explicaba el dolor de pecho incrustado que crecía pero la fuerza de voluntad era mucho más grande dirigiéndose exclusivamente hacia ese bosque.

D-dios Tae ¿Cuánto tardarás en despertar? —Se quejó mientras sus colmillos crecían levemente.

Había efectos secundarios en el cambia-formas y era el aumentó de sus extremidades animal o que estás se fortalecieran, Mientras Taeyong caminaba hacia bosque no se dió cuenta de la figura que le seguía con curiosidad de saber que hacia Taeyong apresuró su paso golpeándose con varias ramas y pisando hojas secas, ramas y algunas veces rasgando su ropa poco le importa a el dragón quién a cada rasgadura a su piel simplemente hacía más firmé el paso importandole poco sus propias heridas. Quería ver a un viejo amigo necesitaba era un viejo conocido de ambos tanto de el como de Taeyong era con quién mantenían una conexión o eso decía Taeyong porque el dragón no lo creía así, aún así debía ir con el necesitaba verle cuando Taeyong se sentía solo o triste le visitaba a escondidas así ahí iba en busca de la tranquilidad de ambos hasta que llegó tropezandose con la pequeña lápida cayendo frente a ella exhausto con una capa de sudor en su frente miro aquella lápida bajó la luz de la luna. La melancolía cayó sobre aquel dragón quién ahorra quería romper en lágrimas los recuerdos se metía con dagas sobre el aún sabiendo los resultados de ir ahí fue por su lado humano el saber que se haría más daño aún así ahí estaba frente a esa lápida con una sonrisa melancolia cayendo sobre su rostro.

Mark..... ¿Has escuchado alguna vez mis sollozos en la noches? O ¿Cuántas veces gritó tu nombramiento? —Nego mientras una carcajada amargada salía— Te has ido... Dejaste a el pobre Tae solo..... Y a mi.

Ese alfa golpeó la lápida con fuerza una y otra vez mientras el llanto estaba atorado en la garganta no derramó ninguna lágrima miro fijamente esa lápida con el nombre escrito ahí y, El como los recuerdos caía sobre el como si fueran piedras que cada vez le aplastaban. Sintió y observó a Taeyong removerse en su interior levemente y, un pequeño quejido mientras se acomodó volviendo a su pacífica posición.

Taeyong......¿Estas bien? —Cuestiono una voz gruesa.