V

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El celo de Peter había durado un día, como lo había previsto.

Su parte racional se sentía completamente curiosa de por qué, considerando que el de todos los omegas duraba tres días.

Peter no le había hablado luego de despertar el siguiente día abrazado a él y eso lo tenía un poco frustrado.
El chico se negaba a verlo siquiera y no le contestaba cuando trataba de hablarle. Solo había opinado algo sobre la comida que les habían llevado ese día y luego no había vuelto a abrir la boca.

—Oye chico, tenemos que hablar.

Peter por primera vez en un día casi completo se atrevió a mirarlo.

—Sí.

El chico contuvo el aliento.

—Mira, sé que no es de lo más cómodo que yo te haya ayudado con... eso, porque ni siquiera nos conocemos bien pero eso no quiere decir que vas a dejar de hablarme. Deja de darle vueltas al asunto, fue solo tu instinto animal el que lo necesitaba, ¿bien?.

Peter asintió luciendo poco convencido.

—Es solo que...me da vergüenza —notó el sonrojo en las mejillas de Peter por la luz que había en la habitación.

Lo entendía, después de todo, había perdido su virginidad.

—Lo entiendo, ¿bien? Si quieres podemos hacer como si nada de eso pasó.

Peter dudó antes de contestar.

—Bien.

Tomó el lapicero y la libreta en la que había estado escribiendo anteriormente.

—Ahora, he visto que tienes un par de apuntes aquí.

La charla fluyó.

Descubrió que Peter además de ser alguien sumamente valiente, aún a pesar de su naturaleza, también era un genio completo.

Tenía años de no hablar tan bien de ciencia con una persona, ya que la mayoría no sabían llevarle el ritmo. Su último compañero de laboratorio y de ciencia había sido Bruce Banner.

—Antes de que pasara... todo esto, estaba investigando sobre la Inmunología.

Peter le explicó que estaba probando algunos virus en un par de áreas. Notó que el chico se sentía mal consigo mismo lo utilizar algunos animales para experimentar pero no comentó nada.

De la Inmunología pasaron a la Biomecánica y él estaba más que seguro que Peter tendría un futuro prometedor si llegaban a salir de ahí.

Podía apostar a que iba a ser mejor que él mismo incluso.

—¿Cuántos años tienes?

Peter suspiró.

—Veintidós.

Waoh, era incluso más joven de lo que imaginaba.

—Así que tu amigo realmente te jodió, ¿eh?

Peter le sonrió irónico.

—Lo hizo.

Se mantuvieron en silencio durante un par de minutos. Él siguió trazando ideas de proyectos que haría cuando saliera de ahí.

—Dime que por lo menos piensas salir para poner a ese tipo en su lugar.

—Claro que pienso hacerlo —Peter se llevó las manos al cabello —. Tengo todo para hundirlo y eso es lo que haré cuando salgamos de aquí.

Salgamos, ¿eh?

—No me decepciones.

Peter lo miró con determinación.

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