ѕweeт | starker

VI

Una discusión lo había despertado.

Cuando abrió los ojos se encontró a Peter discutiendo con uno de los guardias. El beta. Notó. Una parte de él quiso preguntarle que si que estaba pasando pero su instinto le dijo que se quedara así. Fingiendo estar dormido.

—No lo estás entendiendo —el beta habló —. No puedo retratarme más con esto. Mi cuello está juego. Sabes que no se anda con juegos, mucho menos ahora que se alió con otra organización. Si las cosas salen mal, nos jodimos todos.

Escuchó el suspiro de Peter.

—Sabes lo que quieren de mi, ¿verdad? —el beta se mantuvo en silencio, pero debió de haber asentido porque Peter continuó —. Entonces no me digas que solo tu cuello está en juego porque el mío también lo está. Si no cumplo con esto en un mes estaré tres metros bajo tierra.

—Parker —la forma tan familiar en la que el beta habló le hizo tener náuseas. Se conocían desde antes —. Odinson está haciendo lo que puede, incluso Laufeyson pero el tipo no está dando su brazo a torcer. No te puedo prometer nada.

Se mantuvieron en silencio durante un par de minutos.

—Está bien —Peter aceptó —. Solo que esto se me salió un poco de las manos. Mi celo se adelantó y no tenía supresores para inhibirlo. Tengo más de tres meses de no tomarlos. Sabes lo que eso significa.

No.

—Lo sé —la voz del beta se escuchaba frustrada —. Te haré un par de días más. Eso es todo lo que puedo ofrecerte o Wanda y Pietro estarán en peligro.

—Está bien, mil gracias.

Peter se escuchó aliviado.

—No agradezcas, todos nos vamos a joder si esto sale mal —el beta hizo una pausa —. Ahora, aprovecha este par de días y no levantes sospechas en la noche que Malcom venga por ti.

—Bien, lo tengo.

—Descansa un rato. El idiota esta del mal humor ahora y seguramente te va a estar molestando.

—Bueno.

Después de eso, escuchó que la puerta se cerraba y todo se quedan en silencio nuevamente.

Peter dio un suspiro y se acostó nuevamente a la par de él. Notó que enseguida se volvió a dormir. Él ya no lo pudo hacer. Su mente aún le daba vueltas a la conversación que acaba de escuchar.

Más a algo en específico.

❖

Peter dejó caer un lapicero con el que estaba jugando en la mesa.

Él ni siquiera se inmutó.

—Tony, ¿estás bien?

Tomó de todo su autocontrol no responderle con algo sarcástico que hiciera que Peter lo mandara al diablo.

—Por supuesto.

Peter lo miró con desconfianza.

—Luces distraído.

Desvió la mirada de los ojos de Peter, sintiendo que el podía ver hasta su alma.

—Lo estoy. Solo estoy pensando un poco —no era del todo mentira, aparte su alfa estaba inquieto y le estaba costando mantenerlo a raya —. Supongo que nuestro plan sigue en pie.

La sutileza en su voz pasó desapercibida.

Peter se acomodó en el sofá de forma que no se vieran a los ojos.

Cosa que no pasó desapercibida para él.

—Por supuesto, estoy esperando a llevar a cabo mi parte esta noche.

—Bien —Peter no contestó, creyó que era su oportunidad de comprobar algo ya que el chico era tan abierto en cuanto a algunas reacciones —. Oye, no sé si es mi idea pero tu aroma se está acentúando mucho.

Peter comenzó a mover el pie derecho, había notado que era un tic que tenía cuando estaba nervioso.

—¿En serio? Seguramente es porque mi celo fue hace poco —notó la mentira de Peter en su voz.

—Seguramente.

Peter se volvió a girar y esta vez lo miró.

—¿No me crees?

Los ojos de Peter lucían completamente vulnerables.

—Por supuesto que sí —contestó, como si Peter hubiese dicho una idiotez —. Es solo que estoy un poco raro porque mi alfa se está saliendo de control. Insiste en que hay algo que debo de proteger y no sé por qué, ni qué es.

Peter tragó saliva y asintió.

—Entiendo.

El silencio que le siguió fue todo lo que necesitó para saber que él estaba en lo cierto. Pero dejaría que las cosas llegaran hasta donde Peter las llevara.

Quería probar que tanto podía mentir y fingir.

❖

Esa noche se llevaron al castaño tal y como se lo había advertido un día antes.

En su mente, le rogó al cielo porque al chico no le pasara nada malo.

A pesar de que se sentía herido porque le estaba mintiendo cínicamente, no quería que le pasara nada malo. Más ahora que tenía que velar por alguien más.

—Cuídate.

Peter se giró hacia él, el alfa lo estaba esperando afuera.

—Lo haré, tú también ten cuidado —asintió sin necesidad de contestar —. Descansa, ¿si?

—Si.

Peter se dio giró, pero antes de salir pareció arrepentirse y se acercó a él.

Lo besó.

Le devolvió el beso tomándolo de las mejillas para profundizarlo. Su alfa le exigía que no lo dejara ir cuando el aroma de Peter cada vez más dulce lo volvió a inundar pero usó todo su autocontrol para no dejarlo salir.

—Adiós.

Peter esta vez si salió de la habitación cuando se separaron.

Él no dudó en volver a la cama para seguir planificando lo que tenía en mente, pero el contacto  de Peter sobre sus labios no lo dejó concentrarse.

Si quería salir de ahí, tenía que tener un plan B. No confiaba completamente en Peter a pesar de que su instinto le decía que tenía que hacerlo.

Quizá ya estaba demasiado viejo y por eso comenzaba a fallarle, pero él quería terminar con vida al final de todo.

Y si sus sospechas eran ciertas, quería que su hijo conociera el mundo también.