Luhan estaba molesto. Habían pasado dos semanas desde su castigo, todo iba bien con Sehun, seguían teniendo citas, dormían juntos, salían a correr en sus formas de lobo y todo era casi perfecto. Casi, porque el bobo Alfa no se dignaba a besar al omega, Luhan quería besos, labios chocando, quizás algo de lengua o mordidas, lo que sea, pero nada de eso llegaba porque Sehun seguía con la idea de "darle tiempo", él no necesitaba tiempo, él ya estaba más que listo, lo sabía, quizás no tuviera deseo sexual pero aun así era un adolescente y necesitaba contacto, un beso no iba a matarlo.
- Luhan, quita esa cara o se te quedará así - dijo Sehun. Habían ido a nadar al lago, era un día caluroso y no les vendría mal un chapuzón.
- Si claro, sólo estaba pensando.- Luhan no se había dado cuenta de que había estado haciendo una mueca mientras pensaba.
- Pude imaginarlo, escucho los engranajes girar en tu cabeza desde aquí, dime, ¿Qué te está molestando?- El Alfa se encontraba en el agua, enseguida de Luhan, el cual se limitó a meter sus pies, Sehun estaba girado hacia él.
- Es sólo...- Luhan quería decir la verdad, pero el chico inexperto y tímido dentro de él seguía tomando ventaja en su mente, así que tomando el camino de los cobardes, dijo- Estoy algo triste por no poder estar con los Betas- básicamente era verdad, después del castigo el omega hizo otro intento por preguntar si podía cambiarse de taller, de nuevo su pedido fue rechazado y no le quedó de otra más que acceder y quedarse callado, no quería otro castigo.
- Luhan, ya hablamos de esto- Sehun suspiro, no le gustaba mucho el tema- no dejaré que estés con esos Betas, son demasiado bruscos y...
- Lo sé, no tienes que darme ese discurso otra vez- el omega tuvo que contenerse para no rodar los ojos, estaba un poco harto de las mismas platica y de los mismos argumentos- me quedaré con los omegas - arrancó un poco de pasto y después lo soltó dejando que la suave brisa se lo llevara.
- Sé que te acostumbrarás y te gustara.
- Si, claro- arranco otro puñado, de repente la acción se veía muy interesante.
- Luhan...
- Mis padres no me criaron para ser un chico que se limite a cocinar y coser, ellos querían más para mí, soy joven lo sé, pero puedo ser más que un rosadito que complace a su Alfa, ellos me educaron como un beta- esta vez Luhan si miro a Sehun- Puedes considerarme un beta en el cuerpo de un omega.
- Luhan...no puedo...lo siento - y con eso Sehun salió del agua, Luhan prefirió no girarse a mirar como su Alfa se alejaba, sabía lo delicado que era el tema para él, no entendía por qué.
Sehun estaba ansioso y no en el buen sentido, quería golpear algo, no le gustaba nada que su omega le hablara de cómo le encantaría parar algo tiempo con los Betas, ¿Estar con él no era suficiente? ¿Sehun no era divertido? Él podría ser muy divertido si quisiera. Sabía que la personalidad de su compañero encajaba más con los Betas, incluso con algunos Alfas, pero su lugar era con los omegas, donde no corría el riesgo de que otro lobo lo reclamara o se le acercara de manera sexual, su pareja era muy inocente. Para detectar eso pero él no.
El sólo imaginar a su omega con otros lo hacía rabiar, aún no conocía muy bien la historia familiar de su omega pero por lo que le dijo suponía que sus padres habían esperado un Beta, no un omega y esa era la razón por la cual habían educado a Luhan así.
No podía dejar de gruñir, él no quería compartir a Luhan, quería que su omega estuviera con él y toda su atención fuera sólo para él, siempre.
Sí, era un posesivo de mierda pero era lo que había, desde que tenía memoria había sido de esa manera, su madre solía contarle que cuando era un cachorro se peleaba con los otros cuando tocaban sus juguetes porque esos eran suyos y no compartía, ahora era igual con la única diferencia de que Luhan no era un estúpido juguete, era algo mil veces más valioso, era prácticamente la mitad de su alma y si no era capaz de compartir un pedazo de plástico, mucho menos un ser tan especial como lo era su omega.
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COMPLETO -HunHan-
WerewolfSehun siempre lo tuvo todo, educación, una buena manada, unos padres amorosos y sólo le faltaba lo más importante: un compañero. Lástima que fuera tan joven y sus probabilidades de encontrar una pareja a esa edad era más que difícil, claro que algun...