Un año después.
-Lu, ¿Podrías bajar de allí?- Luhan por alguna razón había escalado a la cima de un árbol, tenía a media manada preocupada, algunos Betas y Omegas lo habían ido a buscar para que los ayudará a bajar a su compañero porque al parecer el pequeño cachorro se negaba a bajar a menos que él estuviera presente.
- Sehunnie- el omega lo miro con una gran sonrisa que al Alfa le hubiera parecido adorable si no estuviera tan condenadamente molesto. Este era el sexto incidente en la semana, y eso que no estaba contado los de los meses anteriores.
Luhan siempre había sido un joven amable, tranquilo, cuidadoso y muy respetuoso, todo eso se fue a la mierda desde hace dos meses atrás; según el psicólogo de la manada esto se debía a que el cumpleaños número 18 del omega se estaba acercando. Sehun sabía que cuando un lobo iba a llegar a la edad adulta sufría ligeras alteraciones en su comportamiento, algunos se volvían introvertidos por ese pequeño periodo de tiempo, otros por el contrario se volvían bruscos y malhumorados, eso le había pasado a él pero Luhan había resultado ser del tipo hiperactivo, hace dos meses que su pareja no podía estarse quieta, meterse en problemas se había convertido en su pan de cada día, para desgracia de Sehun.
Había intentado un sin fin de cosas para agotarlo, pero la energía en el cuerpo del omega parecía no agotarse, estaba a punto de perder la cabeza.
Como ayer, a su adorable compañero se le había ocurrido que sería divertido perseguir animales por el bosque, nunca esperó encontrarse con un zorrillo por la zona, la peor parte fue cuando regresó a la casa, Nana tuvo que zambullirlo por los menos una hora en salsa de tomate para quitar el olor.
- Lu, por favor, baja de ahí- esta vez prefirió pedírselo que preguntar, no quería que el pequeño se cayera o rompiera un brazo, Dios sabía que perdería su maldita mente si eso pasaba- Ven conmigo.
El cachorro sonrío grande hacia él antes de comenzar a bajar, a veces pensaba que su compañero lo hacía a propósito para que se preocupara.
Otra cosa que había olvidado mencionar era que ahora su cachorro buscaba hasta la más pequeña de las excusas para pasar tiempo con él, literalmente estaba encima suyo todos los días las veinticuatro horas del día. No se quejaba por supuesto, amaba a un Luhan tan mimoso pero los incidentes que ponían el riesgo su seguridad cada vez eran mayores y no sabia que hacer con eso.
El Alfa pudo volver a respirar con normalidad cuando por fin tuvo a su pequeño entre sus brazos otra vez, estaba tentado a amarrarlo a la cama para que dejara de meterse en tantos líos.
- Te extrañaba, Sehunnie- Luhan froto su mejilla contra el duro pecho de su Alfa, el gruñido que provino de este hizo que todo su cuerpo vibrará.
- ¿Por eso te subiste al árbol? Sabes que hay otras formas de llamar mi atención- Sehun no estaba enfadado pero eso no lo dejo ver en el tono de su voz, no parecería blando ante una travesura como esa.
- Lo sé, pero esta era efectiva - murmuro el cachorro aún frotándose contra el lobo más grande. Luhan había estado sintiendo la necesidad de empaparse con el olor de su pareja, mientras más se acercaba la fecha de su cumpleaños la sensación se volvía más fuerte.
Los lobos a su alrededor parecían aliviados de que el pequeño cachorro estuviera de nuevo en tierra, pudo escuchar algunos suspiros de alivio alrededor de ellos y pronto comenzaron a dispersarse, todos sabían que si Luhan estaba en brazos de su Alfa era mejor no meterse, nadie quería problemas con el gran hombre.
Sehun llevo a Luhan hacia la casa, no había sido nada difícil ya que su pequeño no se le había despegado para nada. Era algo común cuando un lobo encontraba a su compañero a una edad tan temprana. El lobo en el interior de la persona podía sentir a su compañero aunque no pudiera sentir la necesidad de acoplarse aún sabía que era algo especial y cuando la fecha en que el lobo se volvía adulto se acercaba los indistintos de acoplamiento se despertaban dejando salir la frustración que se había escondido cuando el lobo era joven.
ESTÁS LEYENDO
COMPLETO -HunHan-
WerewolfSehun siempre lo tuvo todo, educación, una buena manada, unos padres amorosos y sólo le faltaba lo más importante: un compañero. Lástima que fuera tan joven y sus probabilidades de encontrar una pareja a esa edad era más que difícil, claro que algun...