#O6 "Amnesia."

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¿y si el detective solo estaba probando un punto? Ella pensaba, Y si yo sólo buscaba la manera de deshacerse de su novio fu buscaba una razón para creer que ya lo habían matado. Algún indicio de que ella tuvo que ver con el homicidio, sólo por querer estar con alguien más.

Ahora pensaba que no debía haberle correspondido ese beso, en lo absoluto. Debía aceptarlo, esto iba a empeorar las cosas y peor aún ¿Ya estaba siendo investigada un fondo esta vez? Quizás toda su información tenía la policía. Tenía miedo, miedo de verdad de ser encarcelada por un crimen que no he cometido o dice que a lo mejor puede perder la oportunidad con el detective. No sabía que temerle en el absoluto, no lo sabía.

Detective Madden, exacto era un detective y no podría ir por la vida besando sospechosas. Casi podría llamarlo delito, que por supuesto no podía porque él la había besado

Las cosas no habían sucedido a su plan, o al menos marcharon en otra dirección. En qué momento pensó que besar a una mujer involucrada en una investigación de homicidio lo haría sentir mejor.
Richard daba por sentada que ella no se lo había tomado personal y que había sido sin pensar, porque ella estaba vulnerable y de más. Pero, por otra parte pensaba que había cometido un error garrafal, en un simple arrebato porque, claro estaba, que ella le atraía.
Habían pasado ya bastantes horas desde que había llegado a casa, pero el tenía muchas cosas en que pensar como para que una mujer gobernara sus pensamientos.
Durmió lo suficiente, hasta que cuerpo estuvo totalmente descansado y con ganas de empezar el nuevo día.

La mañana iba de maravilla. El café estaba caliente, la oficina olía muy bien, todo el departamento había sido limpiado y arreglado para trabajar mejor.
Llevaba una taza de café americano en sus manos, junto al detective Groff, comentando no mucho, O de algunas cosas Que sólo ellos sabían. Llevaban siendo compañeros casi 10 años y eran amigos.

El teléfono de Richard dio un pitido, era un mensaje. Le veo un sorbo al café y a la vez sacó su teléfono casi al mismo tiempo.
Leyó el mensaje.
"Detective, buenos días. Solo quiero decirle que anoche me embriague y bastante pensando en que me besó y no puedo olvidar esto, ni dejarlo pasar tan fácil. Gracias". Confundido miro a Holden, este reaccionó riendo.
—¿Qué? ¿Malas noticias?
—No, es una tontería esto—Guardo su teléfono. —Solo olvídalo.
—Eres bueno guardando secretos.
Richard volvió mirarlo y frunció el ceño.
—Yo no tengo ningún secreto.
—Cuando me lo digas, sabré que sí.—su amigo le dio una palmada en el hombro y un pequeño apretón. —Necesito más café—apuntó su taza.
El hombre se dirigió a la cocinera por un nuevo café, mientras que Richard se quedo de pie ahí, pensando en el mensaje que había recibido y en lo que Holden le había dicho.
Si que tenía un secreto, pero por más que que muriera o tuviese la intención de contárselo, no podía y no debía. Al menos por ahora.
Involucrarse con sospechosos o personas que eran parte de la investigación de un caso, ya era bastante mal, más lo era involucrar a otro agente en el problema. Esto empeoraría las cosas, por lo que contarle a Holden ni siquiera era una opción.
El móvil de Richard timbro una vez más, esta vez era una llamada. Vio la pantalla de su teléfono. "Irina Davis",  bloqueó el teléfono y se lo guardó en el bolsillo.
Entro a su oficina, dejo la taza de café sobre el escritorio y empezó a bagar por toda la oficina, deteniéndose en las ventanas que daban hacia la calle. Volvió a sonar su teléfono.  "Irina Davis".
Esto iba mal. No quería contestar para nada, porque da mujer era una gran tentación para él, y no estaba en condiciones de caer en tentaciones.
Habría que alejarse a cómo diera lugar. Irina era un riesgo tanto para su trabajo, como en la investigación. Richard sabía que si alguien en ese edificio en el que estaba de pie se enteraba de eso, nada podría ir bien. Su reputación iría en decadencia y todos sus años de esfuerzos para llegar hasta ahí, habrían sido en vano.
La mujer lo llamó de nuevo.
Se preguntaba si debía contestar, al menos una vez. No sabía si contestar y desviar el tema, del que ella pretendía hablarle. No, descartado.
El detective no podía apagar su teléfono, por ningún motivo. Debía aguantar poco.
Ella llamó un par de veces más, luego las llamadas cesaron.
De pronto recibió una llamada de trabajo, era el número de una patrulla. Era seguro que había un caso que investigar, aunque con el otro caso abierto no podía investigar mucho.
Atendió la llamada en la oficina de Holden y aunque a veces salían juntos, esta vez no sería así.
Solo salió.

Stained Beauty. | Richard Madden.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora