La chica del espejo

Capítulo 24. Elecciones a Senador

Clarke salió del ascensor en la primera planta, comenzó a correr escaleras abajo, saltando el último tramo cuando casi tropieza, corrió omitiendo las quejas de un cliente al que casi había arrollado, ¿había sido imaginaciones suyas? ¿Realmente había visto a Lexa? Estaba seguro de ello, esos ojos verdes eran inconfundibles. Corrió hacia la calle, sin importarle los fotógrafos que allí había, o algunas de sus fans que gritaban su nombre, miró a un lado y a otro de la calle, pero no vio a Lexa por ninguna parte. Suspiró derrotada y volvió a entrar en el hotel, intentando recuperar el aliento, sonrió al ver a Lexa apoyada contra una columna, había pasado tan corriendo que no se había detenido a mirar realmente si se encontraba en el recibidor

-Estás aquí, temía que te hubieras marchado –dijo Clarke sonriendo

-El próximo avión no sale hasta mañana, podría buscar un autobús de última hora, pero ha sido un largo viaje y la verdad es que no quiero volver a ponerme en camino –reconoció Lexa sin mover su pose de la columna

-¿Qué haces aquí?

-Quería verte, no has contestado mis mensajes y..., bueno, supongo que estabas muy ocupada, es guapa

-¿Guapa? ¿Te refieres a Echo? –Clarke se acercó más a Lexa, sin importarle quien les viese o si pudieran sacar una foto de ella-. Se lo que has visto, pero te prometo que no es lo que parece

-¿No estaba besando tu cuello?

-Bueno sí, pero ella es así, no significa nada

-Para mí sí, no me gustan esos juegos Clarke

Clarke cogió la cara de Lexa y la besó lentamente, pegando su cuerpo al de la ojiverde, gimiendo cuando Lexa le rodeó la cintura con sus brazos y le devolvió el beso

-Te prometo que no hay nadie para mí que no seas tú –Clarke pegó su frente a la de Lexa mirándola directamente a los ojos- Créeme, por favor

-Te creo...

Clarke y Lexa subieron a la habitación de Clarke, a Lexa no le sorprendió que fuese una suite, si no era por su carrera como cantante, Clarke podría haberla pagado con su propio dinero, tenía de sobra

-Te he echado tantísimo de menos... -Clarke besó a Lexa tumbándola en la cama

-Y yo a ti, no sé si podré estar tanto tiempo sin ti... -Lexa acarició su rostro sin dejar de abrazarla

-No es como esperaba –admitió Clarke- Es maravilloso, ver a tanta gente cantando tus canciones, esperando para verte, es sublime; pero estar alejada de las personas que quiero, todo el tema de la producción, la letra pequeña, el tener que fingir en ocasiones... Me gustaría estar en tu apartamento, a veces cierro los ojos y sueño que estoy allí. Otras pienso que estás aquí y que no tenemos que escondernos de nadie

-Solo nos queda un año de instituto, después nos iremos a la universidad, donde nosotras queramos, donde nuestros padres no estén, en un año nos iremos y viviremos por y para nosotras

-¿Me esperarás?

-Siempre, eres la chica del espejo, ¿recuerdas?

-¿Qué se supone que significa eso? –Clarke se montó encima de Lexa besando su cuello

-Que eres la mujer por la que me levanto, la que me da fuerzas para seguir, mi luz en la oscuridad, mirar al espejo y verte es lo que me daba fuerzas, esperanza...- Lexa se levantó y obligó a Clarke a ponerse en pie, la puso delante del espejo que había en la habitación, la abrazó por la espalda mirando ambas al espejo-. ¿Lo ves? Eres la chica del espejo, mi chica del espejo

-Harás que llore- Clarke se giró y la besó- Te amo Lexa

-Te amo Clarke

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