En cualquier realidad *TodoDeku* AU

El caos

Hey! Hola, aquí MiyuKatz con fic nuevo! 

Antes que otra cosa, debo aclarar que este fic es continuación de  otra historia mía: "En esta realidad". Por si gustan tener un poco  más de contexto  (es corta, de 7 capítulos). 

En fin, espero les guste y como siempre, se sientan con toda la confianza en opinar y comentar que van pensando de este proyecto. 

Disfruten!

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Desesperación y terror completo.

Eso es en lo que se ha sumido nuestro reino en cuestión de horas. Prácticamente nada queda de aquél lugar hermoso y próspero que conocíamos, ese reino que tú estabas destinado a gobernar después de tu padre.

"¡No Izuku! ¡no digas eso, debe de haber alguna solución!" Pienso apretando los dientes mientras te cargo montaña arriba.

— ¡Midoriya-kun! —me interrumpe Iida—. ¡Llegaron los refuerzos! —dice refiriéndose a un par de caballos que Uraraka logró encontrar.

Tan rápido como podemos, te subimos al caballo. Sigues inconsciente, con signos vitales cada vez más apagados, proporcionales a ese hechizo obscuro que se expande como una plaga sobre tu piel.

Te ato a mi cuerpo con una cuerda y tomo las riendas para seguir a mis compañeros.

El terreno rocoso y sin vegetación desgasta nuestro transporte, cuyo respirar se va volviendo más pesado conforme subimos. Ruego a todas las fuerzas divinas por que lleguemos pronto a lo que seguramente es nuestra única esperanza.

Hace un par de años mi maestro me heredó su poder y tras su muerte, un mapa con una única instrucción: 

"Úsalo si alguna vez todo parece estar perdido, te llevará a alguien que te ayudará."

Pese al desastre a nuestro alrededor y ese hechizo obscuro que se propagaba entre toda la población, incluido tu padre, pensé que podíamos controlar la crisis, pero al verte también afectado a ti, el sucesor al trono, supe que no había otra opción: Abrí el mapa de mi maestro.

—¿Estás segura que es por aquí? —pregunta Iida a Uraraka, quien está a cargo de la ruta. Ella es la única entre nosotros que domina la lengua de la magia antigua, idioma en que está escrito el mapa que seguimos.

—¡Completamente! —responde algo molesta. Odia que subestimen sus habilidades, después de todo, proviene de un clan de hechiceros cuya reputación ha visto mejores días—. Pero tendremos que entrar por esa gruta sin los caballos.

Paso aire en seco al mirar lo que mi amiga señala: Un estrecho paso entre dos escarpadas montañas, que según lo que ella previó, nos guiará hasta un lugar del cual solamente había escuchado, al igual que los demás niños, en los cuentos que mi madre me contaba antes de dormir: El Portal de los Reinos.

Volteo hacia atrás: sigues inconsciente, desplomado sobre mi espalda con esas marcas obscuras que no paran de propagarse por tu piel.

"Shōto" pienso mientras acaricio levemente tu mejilla. "No se cómo, ¡pero voy a traerte de vuelta, por favor resiste príncipe mío!"

—¡Midoriya-kun! —Me grita Iida—. ¡Hemos llegado, date prisa!

Limpio mis lágrimas con el torso de mi mano, debo ser más fuerte que nunca, por ti y por el reino que tanto amamos.