En cualquier realidad

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Hey!!! Aquí MiyuKatz con el capítulo final de esta historia!!

Les quiero platicar que estoy particularmente emocionada porque tengo varias sorpresitas para compartir con ustedes.

Bueno, ya las descubrirán, vamos.

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Finalmente todo era alegría y júbilo. La tragedia que azotó el Reino del Fuego hacía apenas un par de meses cada vez se sentía más como una pesadilla lejana; que si bien dejó estragos imposibles de ignorar, ya estaban ocupándose de ellos. Teniendo al pueblo de su lado y más unidos que nunca, lo superarían.

Por primera vez desde que aquél caos había terminado podía respirar profundo y esbozar una sonrisa para realizar lo que sucedía, él, ahora soberano de los Reinos del Fuego y el Hielo estaba desposando al hombre que amaba. Ese que ahora tomaba su mano para colocarle una alianza matrimonial, ese quien ya no era conocido como "el sucesor del Héroe Legendario" sino como el Símbolo de la Paz.

Al tomarlo como esposo, el héroe se convertía también en rey consorte de aquellas tierras donde se respiraban aires distintos desde que ascendió al trono. Por un momento, tras depositar también una alianza en el anular del héroe, dirigió su vista a todos los presentes en aquél recinto.

Entre las caras familiares que habían venido desde todas partes del reino, vio a su ahora querida suegra, que no paraba de llorar como magdalena, siendo consolada por la pequeña oráculo del tiempo. Esa inconfundible niña estaba acompañada por un hombre diametralmente opuesto a ella, de cabello largo y negro con una barba descuidada. Sus ojos cansados contemplaban enternecidos el amable gesto de su joven aprendiz. El hombre en cuestión, como lo sabría después, era el verdadero guardián de El Portal de los Reinos.

En ese vistazo, distinguió también en primera fila a su madre, quien después de tanto tiempo, salía de los confines de su reino helado; a pocos asientos se encontraba su padre con expresión seria, como queriendo disimular su evidente confusión ¿Y cómo no iba a estarlo? Si el antiguo rey se encontraba presenciando la boda de unas personas que aún le resultaban desconocidas.

Ese era quizá el mayor de los estragos que dejó la batalla contra el ejército de las tinieblas. Su padre, aunque sobrevivió, pasó casi un mes antes de que despertara, la mayoría pensaba que jamás lo haría. Sin embargo, al abrir los ojos no tardaron mucho en descubrir que no recordaba nada, ni siquiera quién era él mismo.

Tan pronto esto ocurrió, el príncipe fue coronado como rey. El antiguo soberano era asistido por su consejero, aquél amable hombre con alas le explicaba pacientemente todo lo que acontecía. No era su trabajo, pero desde que despertó había asumido ese compromiso. Ya no era el monarca déspota que había gobernado a sangre y fuego como sus antecesores, era un hombre nuevo, o más bien, un libro en blanco.

El joven rey miró una vez más a su flamante esposo, esos grandes ojos brillantes de lágrimas y alegría se le clavaron hondo en la memoria. Supo que recordaría ese instante hasta el último de sus días. Después de ser presentados como sus altezas reales, se unieron en un beso que terminó de sellar su unión entre aplausos y ovaciones.

En los labios del otro podían leerse las tiernas frases de amor y devoción que se dedicaban alternando miradas de complicidad. Para ese momento ya todos lo sabían, su amor había salvado el mundo y acabaron con la era del oscurantismo. En los Reinos del Fuego y el Hielo ya comenzaba a amanecer.

—¡Eso fue hermoso, Rei-san! —exclamas entre aplausos desde tu lugar.

—En verdad conmovedor, madre.

En cualquier realidad *TodoDeku* AUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora