La senda del "Judas"

11 0 0
                                    

Despierto con los ojos en vela, ante el temor de las puertas del infierno. Ante mí abrasa un fuego infernal que carboniza las santísimas lágrimas de mis mejillas... Asustado, escucho agonizantes el llanto de las almas. Veo a los demonios de sangre estampar contra la pared los cuerpos de los recién nacidos; y arrancar brutalmente con sus poderosas garras sus diminutos órganos. En el suelo sangran los cuerpos aplastados por las pezuñas de un carnero negro, de los cuales; escucho sus almas gritar, y acto seguido los oídos me empiezan a sangrar... Observo con locura, cómo un carnero de tres cuernos golpea un corazón; junto a un cáliz de oro ennegrecido y una pequeña tela de color blanco, casi hecha pedazos. Al mirarle, noto un sabor a metal que pudre mi lengua al contacto con el aire... Apenas avanzo unos tres pasos, cuando de repente me encuentro a un arcángel colgado de un árbol con los huesos totalmente podridos. Es entonces cuando noto las lágrimas por primera vez pesar, y una extraña sensación de haber algo monstruosamente indescriptible, acompañándome... Sin aguantar más; decido ahorcarme, y en mis últimos segundos con la vista ya casi nublada, veo al árbol transformarse en el mismísimo Lucifer. Comprendí ahí; que ésta senda llevaba mi nombre, Judas.

El InterrogatorioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora