La boca y el lobo

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En la cordura te encontré y un baile compartí, sensaciones avivables hallé en ti. Caminamos en la noche a un paso que no espera, recorriendo nuestras mentes celebramos en silencio, mirándonos el uno al otro, preguntándonos; cual sería nuestro próximo atrevimiento. Locos que nos juzgaban entre carcajadas manchadas de envidia, a estas, nosotros contestábamos juntos con amor verdadero. La noche en un cuadro quedaba perfecta con la virtuosa sonata de tu sonrisa, civilizados tras los muros de nuestros sentimientos pero moldeándolos cada vez más cerca para hacernos uno, y poder así, fugarnos al amanecer tras las sombras de las que alguna vez serían nuestras vidas. Un pájaro vuela alto hoy, acorde con las bendiciones de nuestro universo finito. 

El InterrogatorioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora