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Junto a ti•

"Elizabeth, Yo... fui un tonto, quiero que sepas que te amo y siempre lo he hecho, eso no cambiará nunca, no pienso dejarte ir otra vez" — dijo aquel piloto de avión de guerra, al esta haber terminado y él logrado sobrevivir, intercambió miradas con su amada, no sin antes tomar su mano y finalmente juntar sus labios, dejando con un cálido y dulce beso el sello de su amor eterno.

"Estaremos juntos por siempre, Jonás". — masculló entre sus labios.

"Por siempre, Elizabeth"

Fin.

Si, cualquiera se conmovería con eso.

Pero Min Yoongi moría de sueño en su sillón, las películas románticas sólo le generaban estrés, lo único que hacía era sacar cuentas mentalmente sobre los gastos que había hecho la pareja de la protagonista para hacer que se quedara con él al final, si hubieran dicho lo que sentían uno por el otro desde un principió se hubieran ahorrado mucho, pero mucho trabajo.

Y...¿Juntos por siempre?, por favor, eso es lo que dicen ahora; después no se soportan y ambos consiguen un abogado para pedir el divorcio y repartir los bienes, conjuntamente con la potestad de sus hijos.

Mientras seguía con su pesimismo sobre las relaciones. el pelirrojo no paraba de llorar por lo emotiva que le había parecido la escena final ¡Esa película merecía un Oscar!

Finalmente, Yoongi optó por tomar el control del televisor para apagarlo, esa sería su última noche antes de viajar al exterior y mantenerse fuera por unos días; así que necesitaba descansar. Hoseok secó sus lágrimas y se levantó de su lugar para caminar a la cocina, no sin antes interrogar al otro.

—¿Y entonces?
— ¿Entonces que?... — cuestionó de vuelta el pelinegro, ambos con su ropa ya lista para dormir.
– ¿Viajaras con Jimin no? ¿Algún plan?

Hoseok sentía que debía darle un empujón en su relación. Temía porque YoonGi muriera virgen y solo; no querría tener que recurrir a hacerlo el mismo, si bien se le ocurrían planes muchísimo mejores para lograr una mejor interacción entre ambos, entrometerse, como él sabía hacer mejor que nadie, sería el plan Z, es decir, el último de ellos.

— Además de lo laborar, ninguno ¿por?
—¡¿Acaso no entendiste nada de la película?!
— ¿Qué? ¿Quieres que me una al ejercito? — lo miró confundido, y Hoseok comenzaba a pensar que el hombre frente a él no tenía remedio ¡no debía ser tan literal!
— Vas a matarme un día de estos– bufó, ya rendido, a tomar una taza de leche tibia antes de dormir, con Yoongi siguiéndolo y sirviéndole un poco, chocando sus vasos simulando hacer un brindis, era una de sus tantas costumbres como compañeros de cuarto.

Mientras la tomaba y ambos tenían restos de la misma que formaba una especie de bigote blanco, por encima de su labio superior, se miraron y rieron un raro como consecuencia de lo gracioso que se veía el otro al tener esa marca. 

Hoseok fue el primero en lavar su rostro; y miró al azabache muy concentrado en sí mismo, viendo a la nada, pensando en quién sabe qué cosa. El pelirrojo ya estaba acostumbrado a los lapsos de ausencia de su compañero.

— Según tú, ¿Cuál era el mensaje de esa película? — cuestionó de repente.
— ¿En serio no entendiste nada?
— Sólo sé que si ambos hubieran dicho lo que sienten desde un principio, habría sido menos complicado.
— Así es ¿por qué no te atreves a hacer lo mismo?
— Porque ni siquiera yo sé el cómo me siento.

Secretario Park [Y.M]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora