La llegada

32 3 2
                                    

Me desperté sudada y con la respiración agitada, siempre que duermo es lo mismo tengo la misma pesadilla una y otra vez, estoy dormida en mi cama y alguien me asfixia y no puedo hablar, trato y trato, pero mi voz no responde

-¡Leiya!, ¿Estás bien? -me pregunto mi hermano Jesen.

- ¡Sí! - le respondí.

Mi hermano y yo nos mudamos a la ciudad cuando yo tenía trece años y el apenas catorce, vivimos con una familia temporal que asigno una mujer de servicios infantiles, pero decidimos regresar a Dalynfrank nuestro pueblo natal, además nunca me gusto esa familia todos los que te asignan son unos tarados que creen que tenemos retraso o somos unos traumatizados por completo solo les importa el dinero que reciben eso nada y nada más.

El camino hasta Dalynfrank fue largo y agotador seis duraderas horas en tren, para completar junto a nosotros se sentó una señora con un bebé que no paraba de llorar seguro quería comida, pero la señora no paraba de dormir aun con esos súper escandalosos chillidos no se despertaba.

Harta de que llorara le di una chupeta que cargaba en el bolso y automáticamente el silencio reino en todo el vagón.

Al llegar al pueblo nuestros tíos ya nos estaban esperando con un cartel gigante que decía -BIENVENIDOS A CASA LEIYA Y JESEN- Me alegre tanto de verlos otra vez, después de todo ellos son mi familia mi verdadera familia. Cuando bajamos del vagón corrí a abrazarlos lo más rápido que pude, mi tía estaba esperándonos con los brazos abiertos y sollozando.

-tía Ross -dije alegremente - ¿Cómo estas tía? te extrañe muchísimo

-Mi Leiley -dijo la tía Ross -mi chiquita por dios como has crecido ya eres toda una señorita, estas tan grande.

-Oye, oye, oye no te a poderes de la niña dejadme abrazarla a mí también -dijo mi tío Josef-mira te nada más como estas de grande.

-tío Josef dije automáticamente - solté a mi tía Ross para abrazar a mi tío.

Mi hermano llego al rato con todas las maletas encima, de la emoción me olvide de las maletas o incluso de Jesen, al ayudarlo con las maletas hizo lo mismo que yo y saludo a mis tíos con la misma emoción que yo, aunque hemos pasado por cosas, aquí estamos otra vez juntos no aguantaba la emoción, hasta que me di cuenta que mi hermano Tomas no había venido no lo veía por ningún lado hasta que les pregunte a mis tíos

- ¿Oye tía Ross y Thomas?

-Mi tía me dio una mirada triste y luego rápidamente sonrío.

-Se ha quedado en la casa -dijo la tía - no podíamos dejar la casa sola cuando lleguemos lo veras.

-Ah de acuerdo -dije -Está bien entonces vamos.

-Mientras íbamos en el carro me pregunte, ¿De verdad no pudo venir? ¿Y si ya no nos quería como antes? ¿Y si no nos quiere ver?

Unas de mis razones por las cuales quería regresar a Dalynfrank era por él, mi hermano Thomas, me separe tan rápido de él que todas las noches me despertaba llorando, lo extrañaba mucho.

No lo entiendo en el poco tiempo que estuve con él era un hermano súper cariñoso y protector, ¿Que nos fuéramos lo habrá cambiado? Me pasaban tantas preguntas por la mente.

Me desperté de mi ensoñación debido a la puerta cerrándose del carro. Ya habíamos llegado, me quede un rato mirando la casa no me había dado cuenta hasta ese momento que no me acordaba en absoluto de esa casa,

Pasaba los todos los fines de semanas aquí debido a que quedaba cerca de mi antigua casa.

-Es tan grade -dijo mi hermano Jesen mientras pasaba a un lado de mi- no me acordaba que fuera tan grande.

de vuelta al juego/nada sera igual que antesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora