Mariposas en el pene ━━Junew

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Últimamente siento algo raro en mi entrepierna, es como si hubieran animales que dieran pequeñas revoloteadas por todas partes, mientras que una sensación de cosquilleo y pulsación se extiende por toda la longitud. Lo peor y aún más raro es que sólo lo siento cuando él está cerca, lo que lo hace aún más incómodo, porque no entiendo qué está pasando exactamente.

Tengo miedo de preguntarle a alguien y que me diga que moriré en 2 horas.

Chanhee cerró las piernas al ver a Juyeon venir hacia él, estaban en verano, un cálido verano con uniformes para tal estación, el antiguo y viejo saco de Juyeon estaba en su armario, aplastado y derrumbado como sus calificaciones.

Aquel sólo llegó frente a la mesa en donde se encotraba Chanhee.
Sus brazos desnudos salían por los agujeros de su camiseta blanca que estaba desabrochada por encima de los dos botones permitidos, sus manos se colocaron sobre la mesa con una ligera presión que a pesar de ser tan leve fue lo suficiente para mostrar sus venas saltadas desde sus manos hasta perderse a lo lejos de sus brazos.

Chanhee tragó duro.

Juyeon se sentó finalmente y Chanhee pudo ver cómo el más alto movía un poco su cabello para alejarlo de su cara sudada, pequeñas gotas resbalaban por su frente, posiblemente por jugar un rápido partido de bastquetbol con Hyunjae de segundo A.

Juyeon se acomodó en su asiento y sus piernas tocaron las contrarias, Chanhee sólo intentó alejarse un poco como autodefensa.

—¿Qué?

—¿Qué? —Siguió Chanhee.

—¿Por qué me miras así?

—¿Cómo?

—Como si tuviera algo en la cara.

—Ah, sí... había confundido tu nariz con algún tipo de insecto. —Choi dijo relajadamente como si no se lo hubiera comido con la mirada hace unos segundos.

—ja, ja, esos chistes ya son muy viejos. Deberías hacer mejores. —Juyeon volteó hacia Chanhee y le revolvió el cabello con una sonrisa, éste último le vio mal.

—Yah Juyeon, ya te he dicho que dejes de hacer eso. Tengo que volver a acomodarme el cabello cada vez que lo haces.

Juyeon solo lo vio gracioso con una gran sonrisa.

—¿Puedes dejar de sonreír? —Chanhee vio como el otro seguía sonriendo y aguantando la risa—. ¿Qué tanto me miras con esa tonta sonrisa?

—Lo siento, es que pareciera como si tuvieras un nido en la cabeza. —Juyeon dijo y comenzó a reírse a lo bajo.

—Deja de reírte y ayúdame que no traigo mi celular.

El de cabellos azules se levantó de su asiento y rodeó la mesa para sentarse frente a Chanhee, dentro del mismo asiento, Choi se sobresaltó cuando vio a Juyeon tan cerca, con su altura pudo haberlo ayudado desde su lugar, ¿cuál era el afán de siempre estar tan cercas? ¿A Juyeon no le incomodaba aquello como a Chanhee?

—A ver, volteate, te voy a hacer más guapo. —Chanhee río y sin reclamos volteó solamente su cabeza, no abriría las piernas para acomodarse mejor en el asiento, no con Juyeon a menos de 10 centímetros de él, bueno, ni en 30 metros, o ni siquiera estando en su mente.

—¿Es posible eso? —Chanhee dijo.

—No lo creo. —Juyeon acomodó los cabellos castaños del otro, se había quitado el rosa hacía ya unos días y a decir verdad se miraba mejor, su amigo conseguiría novia cuando quisiera, era demasiado lindo, alto, y dotaba de una voz magestuosa.