La fina tela de su toga se amoldaba a su cuerpo de forma maravillosa, cada pliegue fue mandado a hacer a la medida y cada flor del tocado de su corto cabello elegida por ella misma. El banquete en la parte de abajo de su hogar había comenzado, realeza y servidumbre compartían juntos una misma mesa, porque algo que tenía Amanda era que no veía a sus empleados como menos, sino como iguales.
Los guerreros devoraban pedazos de carne como leones hambrientos, la realeza sorbia del más fino vino y más importante, todo el mundo compartía en en solo ambiente. Pero, ¿Donde estaba su espartano? La cabeza de su oponente en la mañana era exhibida y admirada por todos en el medio del salón como trofeo de su victoria, algo que le gustaba a Amanda era ver la cara de Julio IX al observar la cabeza ya sin sangre del hombre negro.
Envuelta por el sentimiento de curiosidad la bella joven busca su paradero en los alrededores del salón y al no verlo investiga uno a uno los cuartos de esa gran casa donde vivía, sin tener suerte aún piensa en la casa de descanso para los guerreros y se acerca, encontrando al hombre de los ojos azules dentro del agua de la alberca.
—Dichosos los ojos de la mujer que se deleita con el salvaje cuerpo de un guerrero espartano.
—Y dichoso el cuerpo del espartano al ser observado por los bellos ojos juguetones de una hermosa mujer.—con la mirada fija en el agua contesta el hombre.—No sabía que conocía usted el cortejo espartano mi señora
—He viajado y batallado por mares, desiertos y tierras lejanas, nada me llenó tanto como la silueta de una hermosa mujer en mi grande y fría cama.
—Ni el rugido más intenso, ni el llanto más cercano, me hará perder la esperanza de en el horizonte con su espada recibir a un salvaje espartano.
—Hay muchas cosas que no conoce de mi Chris, una de esas es que mi abuelo era espartano, y algo de su cultura sigue aquí conmigo en Nimes.
—Me alegra escuchar eso, no hay peor dolor que el de añoranza a tu tierra.
—Si la hay, el de perder a un amor.
—¿Se ha usted enamorado mi señora?
—No, pero quiero suponer que es algo doloroso.
Chris seguía con la vista fija en los azulejos de la alberca, solo los levantó al escuchar la sedosa toga caer al suelo, la miró y sintió poder hasta que volvió a esconder su vista de ella al entrar desnuda con él.
—Vistase—pidió con voz queda.
—Solo tomo baño, usted también está desnudo, acá, conmigo. Solo disfrute.
—No puedo disfrutar sabiendo que la tengo a usted desnuda al frente, usted es mi señora jamás me atrevería a tocarla.
Se acercó hasta quedar lo más cerca posible de él, colocó una de sus manos sobre su pecho y la otra entre sus piernas.
—Dichosas las manos del guerrero que acaricia con deseo la piel de una mujer al llegar a casa, y esta recibe las caricias con amor al demostrar pasión a su hombre—el espartano admira su cuerpo desnudo cohibido—Pero yo soy tu señora, eres de mi propiedad, aún no pagas tu libertad por lo tanto harás lo que yo diga ya que eres mío. Así que tocame aquí y ahora.

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Spartan ||Chris Evans||
FanficEn la roma antigua una noble de mucho dinero encuentra a un atractivo hombre que decide hacer su nuevo gladiador, su nuevo campeón y tal vez su nuevo amor. historia corta, capítulos cortos. fanfic de Chris Evans portada hecha por la hermosa @lexxseth