Don't Cry My Princess |Wattys2019|[Pausada]

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Comenzaba a abrir mis ojos lentamente por el pequeño ruido que se escuchaba. ¿Qué era? Lo escuchaba tan lejano pero a la vez tan cerca. Cerré varias veces mis ojos, para acoplarme a la luz que se producía a través de la ventana. Agudice mis oídos y miré a los lados, ahí estaba Tikki, intentando levantarme. Al ver que desperté hizo señas que señalaban el reloj de mesa que tenía, vi la hora 7:01 am. Me levanté y agarré mis cosas para luego correr al baño, me di un baño rápido, me alisté, lavé mis dientes y agarré mi mochila y le hice señas a Tikki para luego bajar rápidamente las escaleras y despedirme de mis padres. Corría lo más rápido que podía, iba demasiado tarde. Al llegar a la entrada de el salón, me detuve un momento para recobrar el aire perdido. Toqué tres veces, esperé unos minutos hasta que la Profesora me dejó entrar luego de un regaño. Me dirigí a mi asiento, saludé a Alya, quien al verme me regañó por llegar tarde y luego de eso empezó a contarme las teorías que tenía sobre la identidad de los superhéroes de Paris.

Varias horas después sonó el timbre indicando la hora del recreo, todos salieron y Alya, Nino, Adrien y yo quedamos a lo último, ellos giraron a verme, algo que me asustó por que sus miradas eran algo serias.

-¿Ocurre algo?- Pregunte con timidez y confusión.

- Marinette, ¿Es cierto que conoces la verdadera identidad de Ladybug? -preguntó Alya algo molesta.-

- ¿De dónde sacas eso? -dije algo disgustada- Si tú no la conoces, yo menos, Alya.

- Solo te preguntamos algo Marinette, ¿por que te pones agresiva? -se unió Nino.

- ¿Será por que me están acusando prácticamente? - me defendí- ¿Quién les dijo esa tontería?

- Chloe. - comentó Adrien- Marinette, somos tus amigos, si es verdad que conoces a Ladybug, deberías confiar en nosotros, no vamos a decir nada.

Miré a los tres. Me sentía molesta, confundida. ¿Cómo es que podían creerle a tal chica? Los miré decepcionada, tan expresiva fui, que se dieron cuenta y me miraron con pena. Salí inmediatamente de ahí, no quería hablar con ellos, a los lejos divisé la cabellera rubia de la chica que causó el problema, caminé al lado contrario. Encontré por suerte un lugar tranquilo, era un lugar muy bonito, algunas flores, algunos árboles, un banco blanco. Me senté y comencé a pensar en todo lo que ocurrió, digo es algo absurdo molestarse por eso, pero... ¿Tanta desconfianza tenían de mí? Para elegir creerle a ella. Pasó un rato hasta que tocaron el timbre dando a entender que debía regresar a clase, la cual yo no quería. Al llegar al salón me senté en silencio, no volteé a ver a nadie, solo atendí a la profesora.

Ya quería llegar a casa...