Capitulo 11- ¿Que mas da? ES DOMINGO

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¿Qué más da? ERA DOMINGO, JODER, PODRIA DORMIR TODO EL DIA SI QUERIA.

Me levante en plan zombie, como siempre, y entre a la ducha tras regular el agua.

Al salir, me envolví en una de esas toallas tan horriblemente blancas que tenia y me fui a parar frente al espejo enorme que había en mi pared.

Mi húmedo cabello caía sobre mis hombros, y de el caía mucho agua. Trate de peinarlo como pude, pero seguía igual de indomable que siempre. Me arte, me agache y cepille mi cabello con fuerza, de la raíz a las puntas que goteaban más que nunca.

Cuando volví  a incorporarme mi cabello húmedo caía por encima de mis pechos tapados por la toalla, descansando de manera salvaje. Me lo coloque con gracia tras mi oreja. Aun me emocionaba mi lado rapado.

Acto seguido, coloque mucho rimel en mis pestañas y luego hice una gruesa línea con delineador en la parte de arriba de mi ojo, y otra un poco mas fina en la parte de abajo. Puse labial rojo pasión en mis carnosos labios con forma de corazón y luego los remarque con delineador para labios de un tono rojo oscuro.

Luego del maquillaje, busque entre mis camisas. Termine seleccionando una a cuadros azul y luego busque entre mis jeans el mas desgastado, para finalizar, me coloque mis botas militares y fin. Ya estaba aceptable para salir a la calle. Fui a la cochera y acaricie mi hermosa Kawasaki Ninja ZZR1400, amaba a mi moto. Me subí en ella y apreté el botón para que se abriera mi cochera.

Hoy había arreglado para encontrarme con Justin y dos amigos de el, pues Gema me tenía media abandonada por su novio; Estaban más pegotes que nunca. Eran insoportablemente asquerosos y romanticones .

Aparque a una cuadra de mi destino, al bajar, como siempre, miradas recelosas se posaron en mí, las mujeres mayores se apartaban de mi indiscretamente, con autentico miedo en sus ojos, las tías pijas corrían de mi como si fuera un “Hitler de Chanel”, las tías como yo (pocas) pasaban de mi.

Yo sigo mi propio estilo de vida, aun que nadie me lo crea, soy virgen, he tonteado por aquí y por allí, pero jamás pase de eso. +

Me respetaba a mi misma lo suficiente como para perder mi virginidad con un cualquiera de por ahí que luego simplemente se olvidaría de mi.

A lo lejos, mis ojos divisaron a un tío de pelo negro azabache y hermosos ojos azules, su cabello, como siempre, rapado a ambos costados de su cabeza, su cara llena de piercings y su cuerpo lleno de tatuajes.

Mi Justin, mí querido amigo Justin al que tanto amaba.

Corretee emocionada hacia el, era como un hermano para mí.

Estaba sentado sobre la mesa de la plaza, apoyando sus pies en el respaldo de un asiento dado vuelta

Hablaba animadamente con sus otros dos amigos, me había mencionado su nombre, si bien recuerdo,  Lucas y Sebastian.

No sabía quien era quien de todas formas.

Pero a todos les iba el mismo estilo que a mí y a Justin.

El rubio de ojos verdes clavo los ojos en mi y sonrío, le dedique una cara de pocos amigos y eso le hizo sonreír aun mas.

Me recordaba a Alex.

¿Por qué rayos pensaba en el, joder?

Le murmuro algo a su amigo de cabello y ojos marrones, y este me miro también, sonrío junto a su amigo.

Justin, que pareció percatarse de la falta de atención que le dedicaban sus amigos por un punto detrás de el-es decir, yo-se volteo justo en el momento que mis brazos rodearon su cuello, exageradamente.

¿Femenina? ¡JA!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora