Con dudas y preocupación, Mito comenzaba a preguntarse qué tanto hacia su sobrino en el bosque de la montaña.
Él le aseguró de que todo estaba bien, solo iba a jugar entre los árboles y demás cosas que encontrase, pero la pelirroja sabía que había algo más. Gon era curioso, sí, y por esa misma razón, no se centraba en sólo un sitio para irse de aventuras. No. Él indagaba en toda Isla Ballena, metiéndose en problemas de paso.
Sin embargo, en este verano, por quinta ocasión, Gon volvió a ir solo hacia la montaña.
--¿Qué estará tramando ese niño? --. Se preguntó a si misma Mito, mirando hacia el noreste, donde los espíritus reinaban.
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Con suma precisión y concentración, Gon trataba de pisar unas rocas para cruzar un pequeño río, intentando hacer varios cálculos en su mente que le permitieran salir ileso de esa situación.
--Solo pisa firmemente y ya, o muévete rápido, no lo pienses mucho --, recomendó Killua con gracia en su voz--. Podemos buscar otro camino si quieres.
--¡No, no! ¡Yo puedo! --, fanfarroneando, Gon avanzó un pie a la siguiente piedra, tambaleándose un poco en ello--. ¿Lo ves?
Enalteciendo su pequeño logro al colocar sus puños por encima de sus caderas, el moreno olvido totalmente la regla número uno de todo aventurero.
Nunca subestimes a la naturaleza.
--¡Pfff! --. No tardaron en salir algunas carcajadas por parte de Killua, quien apreció cada segundo de la caída de Gon al río. Incluso tuvo que sostenerse el estómago de tanto reír.
A pesar de ser el objeto de burla del momento, el azabache, empapado, se unió a las risas con el albino. No iba a negar que su desgracia fue graciosa.
--Recordaré este momento toda mi existencia --, prometió Killua, quitándose la máscara para limpiar unas pequeñas lágrimas que amenazaban con salir de sus ojos.
Él tenía un rostro pálido, mejillas sonrosadas y una nariz respingada. Lo que más llamó la atención de Gon, fueron esos inigualables orbes azules, tan azules como el mar, pero profundos como una melodía.
¿Por qué el espíritu ocultaba ese perfecto rostro?
"Sin la máscara luzco igual que los tuyos, ¿no es así?". Tal vez.
Era un inseguro 'tal vez' de Gon.
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Una nueva caminata era recorrida por el dúo a través del bosque, en esta ocasión, solo iban de paseo, la actividad que fueran a desempeñar después, sería tan improvisada como las ropas de Gon, quien vestía sus shorts cortos verdes junto a una polera blanca, que tenía un estampado de un oso zorro.
--Me gusta tu camisa --, halagó Killua, sin rastro de burla.
Gon solo agradeció sonriendo ligeramente, desde hace un rato se sentía tenso, como si algo lo estuviera vigilando entre los árboles.
Lo curioso fue que, literalmente, un árbol le tenía el ojo encima.
Un grueso y viejo roble estiró lentamente una de sus ramas hacia el hombro del espíritu, reteniéndole de su andar.
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La Noche de las Luciérnagas (KilluGon)
FanfictionGon suele visitar Isla Ballena cada verano, un lugar rodeado de montañas llenas de misterios y leyendas sobre la existencia de espíritus que vagan por los frondosos bosques en busca de alguna presa. Sin embargo, a veces un espíritu albino con máscar...