En el mismo verano, las visitas de Gon a la montaña eran tan frecuentes como siempre. Jugar con Killua o entablar una conversación cualquiera con él se podría considerar ya una rutina.
Al igual que sentir el dolor del pasar de los días sobre ambos chicos.
Gon mantenía todavía sus inseguridades, se mostraba como una figura de alegría ante Killua, pero en la casa de su tía era todo lo contrario, se quedaba horas acostado en el suelo sin hacer nada, solo meditaba.
Mito y Abe obviamente notaban ese comportamiento, por lo que cada que podían trataban de sacarlo de su zona de confort.
—¡Gon! ¡Ven a comer sandía con nosotras! —, llamó Mito, desde la terraza.
—Claro —, frotando su rostro con sus manos, el ojimiel fue con su tía y abuela, sentándose en medio de ellas.
Luego de cederle un trozo de sandía, el lugar se mantuvo callado, hasta que cierta voz resonó.
—Sí que este verano ha estado más caluroso de lo habitual —, expresó serena Abe, mirando el cielo—. Tendremos un invierno muy frío este año.
Curioso, Gon observó a su abuela mientras masticaba la fruta, llenándose de cierta duda. ¿Los espíritus sienten frío? Jamás se lo había preguntado a Killua.
—Oh, por cierto, Gon, ¿tienes pensado dónde vas a estudiar la preparatoria? —, indagó Mito, tratando de romper el hielo.
—No lo he planeado todavía —, respondió para luego escupir una semilla.
—¿Por qué no decides estudiar aquí? —, propuso Abe-. Así podrás ir cada que quieras a la montaña, sabemos que te gusta mucho ese sitio.
—¿Quedarme... aquí? —. El corazón de Gon comenzó a palpitar más rápido de lo habitual, si su padre lo autorizaba, tendría la libertad de quedarse, visitar la montaña cada que lo desee y por supuesto, ver a Killua.
Sería lindo ese futuro...
☀️
—¿Qué es esto? —, cuestionó el albino, analizando con detenimiento una clase de tela que Gon le había obsequiado.
—Es una bufanda, para el invierno, yo la hice con la ayuda de mi tía —, confesó el moreno, un tanto avergonzado—. Tienes que cubrir tu cuello con ella.
Ligeramente intrigado, Killua colocó la prenda como el contrario indicó, sintiendo una leve picazón.
—Gracias —, mascullo el espíritu.
—No es nada, bueno, me tengo que ir, mi padre no tardará en llegar a la Isla —, comentó—. ¡Hasta el próximo verano!
—Nos vemos —, le despidió Killua, sonriendo con calidez.
Una vez más, se separaban, pero, si todo salía bien, este el último verano en el que Gon se tendría que marchar.
Si todo sale bien...
⏭️⏸️⏮️
La ciudad de Yorkshin lentamente comenzaba a adaptar un clima helado por el invierno, aún así, los estudiantes debían de ir al colegio.
Gon, inexpresivo, miraba el infinito a través del cristal de una ventana. No quería pensar en nada. Solo dejaba escapar su cálido aliento que conseguía empañar ligeramente el vidrio.
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La Noche de las Luciérnagas (KilluGon)
FanfictionGon suele visitar Isla Ballena cada verano, un lugar rodeado de montañas llenas de misterios y leyendas sobre la existencia de espíritus que vagan por los frondosos bosques en busca de alguna presa. Sin embargo, a veces un espíritu albino con máscar...